Lo que el corazón desea: cómo escuchar tu guía interna
- Sandra Perez Sequera
- 22 oct
- 4 Min. de lectura
Por Sandra Pérez
Blog: Despertar Consnciente
Hagamos un pequeño experimento. Si en este momento te pido que te apuntes a ti mismo, ¿Qué parte de tu cuerpo apuntas? La mayoría de las personas apunta a la parte central del pecho: al corazón. Y eso es porque eso pensamos que somos, que en el corazón está nuestra esencia y nuestra verdadera inteligencia.
Todos hemos sentido alguna vez esa sensación sutil, una voz, una señal interna, una emoción, que proviene de ese centro de sabiduría emocional y vital que nos acompaña en cada decisión. El corazón.
En mi propia experiencia, cuando he tomado decisiones importantes —como aceptar una propuesta laboral, mudarme a otra ciudad o iniciar una relación— sentía que todo estaba “pensado” desde la mente. Sin embargo, hay decisiones que se sienten realmente desde el corazón, aunque no siempre se tenga claridad de cómo llegamos a ellas. De ahí la existencia de la frase popular “hazle caso al corazón”.
Lo que descubrí es que muchas veces tomamos decisiones desde el corazón sin ser conscientes, y al no hacerlo, no le damos el espacio necesario para expresarse plenamente. El año pasado, tuve la oportunidad de asistir a un curso con el Dr. Rollin McCraty, del HeartMath Institute, y fue allí donde comprendí el poder del corazón y la coherencia cardíaca. Desde entonces, estudié con el instituto, aprendí técnicas específicas y hoy soy coach de HeartMath, ayudando a otros a reconectar con su guía interna.
La guía del corazón y la coherencia cardíaca
Escuché por primera vez el término coherencia cardíaca en una ocasión en que estaba aprendiendo una meditación en un curso; era un término que me intrigaba y eso me motivó también a estudiar con el Dr. McCraty. Aprendí que la coherencia cardíaca es un estado de armonía en el que el corazón y la mente trabajan en sintonía y desde el que nos sentimos conectados a los demás.
El Instituto HeartMath ha encontrado la manera de medir físicamente ese estado de coherencia, y se hace por medio de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC), una especie de código Morse mediante el cual el corazón se comunica con el cerebro y el resto del cuerpo. Durante estos estudios se descubrieron los patrones de variabilidad de coherencia e incoherencia y su relación con las emociones. En la figura 1, se muestra una gráfica de la diferencia en la VFC en momentos de frustración y cariño. ¿Desde qué emoción crees que se activa la inteligencia del corazón? Efectivamente, son las emociones que contribuyen a la coherencia cardiaca.

Cuando estamos en coherencia algunos de los beneficios observados son:
Claridad mental: ideas más claras y decisiones más conscientes.
Equilibrio emocional: disminuye la ansiedad y aumenta la calma y bienestar.
Salud física: reducción del estrés, mejora de la presión arterial y fortalecimiento del sistema inmunológico.
Rendimiento y creatividad: mayor enfoque, productividad y capacidad de innovar.

Técnicas como las desarrolladas por el HeartMath Institute (link) nos enseñan a inducir este estado de manera voluntaria, a través de respiraciones enfocadas, atención plena en el corazón y visualizaciones guiadas. Al practicarlo, no solo escuchamos nuestro corazón, sino que también activamos un estado óptimo para la vida diaria.
¿Te gustaría aprender a estar en coherencia?
Cómo preguntar al corazón
En esta ocasión me gustaría ofrecerte un ejercicio sencillo que puedes hacer cuando no encuentras respuesta, o cuando son demasiadas las cosas que pasan por tu cabeza y necesitas acceder a la inteligencia del corazón. Sigue los siguientes pasos:
Respira desde el corazón: siéntate cómodo con la espalda derecha y hombros relajados. Ahora, empieza a respirar y enfoca tu atención en el centro del pecho, imagina que el aire entra y sale del área del corazón, inhalando y exhalando de manera pausada (por ejemplo, inhalando en 5 tiempos y exhalando en 5 tiempos).
Mantén la respiración de esa manera por 2-3 minutos.
Plantea tu pregunta: piensa en lo que deseas saber o decidir, y pregúntalo internamente, algunas preguntas como ejemplo:
¿Qué necesita mi corazón en este momento?
¿Cuál es la siguiente dirección que debo tomar?
¿Cómo me puedo amar el día de hoy?
Escucha las señales: continúa respirando y no esperes palabras. La respuesta puede llegar como sensación, emoción, imagen o calma interior.
Registra y reflexiona: escribe tus impresiones. Lo primero que se te ocurra escribir. La claridad puede surgir días después; la clave es mantener la práctica diaria.
Escuchar al corazón nos permite fluir con la vida, en lugar de luchar contra ella. Descubrimos deseos auténticos, nos reconectamos con nuestra esencia y tomamos decisiones que reflejan quiénes somos realmente. Este ejercicio diario calma la ansiedad, abre espacio para la alegría y potencia nuestra creatividad.
El corazón sabe lo que la mente a veces olvida: nuestro bienestar, nuestro propósito y nuestra capacidad de amar y crear. Dedicarnos unos minutos cada día a escucharlo conscientemente puede ser el inicio de una transformación profunda, silenciosa pero poderosa.
Conecta con tu corazón hoy
Puedes empezar ahora mismo. Este simple acto es el primer paso de tu viaje hacia ti mismo, hacia una vida más consciente, auténtica y llena de propósito. Me gustaría saber tus impresiones del ejercicio en los comentarios.
Gracias por leer. Gracias por estar aquí. Te invito a seguirme en Instagram y YouTube como @coachsandraperez donde encontrarás videos con diferentes temas y reflexiones, y un espacio para potenciar tu ser.
Referencias:
HeartMath Institute. (n.d.). Science of Coherence. Recuperado de https://www.heartmath.org/heart-coherence/science/
McCraty, R., Atkinson, M., & Tomasino, D. (2009). The coherent heart: Heart-brain interactions, psychophysiological coherence, and the emergence of optimal performance. Alternative Therapies in Health and Medicine, 15(4), 38–47.





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