La ansiedad te mantiene fuera del presente
- Aarón Pérez
- 27 nov 2020
- 8 Min. de lectura
“Hay dos días en la semana que nunca me preocupan. Dos días despreocupados, mantenidos religiosamente libres de miedos y temores. Uno de esos días es ayer... y el otro día que no me preocupa es mañana” - El Golden Day de Robert Burdette

Tal como mencionaba en el post anterior, la culpabilidad y la ansiedad son las dos emociones más oxidativas e inútiles, ambas tienen en común que nos llevan a desperdiciar el presente. En este post hablaré de la ansiedad y su relación con el futuro. En gran parte se considera incluso "inhumano" que no te preocupes por lo que pueda suceder en el futuro. La ansiedad es el mecanismo que te mantiene inmovilizado en el presente por algo que está en el futuro y que a menudo es algo sobre lo que no tienes ningún control. Quizá esto puedas verlo con más claridad si tratas de imaginarte sintiéndote culpable de algo que aún no ha sucedido. El mundo está poblado por personas que se sienten consternados por cosas que pueden llegar a pasar. Si tienes zonas extensas de ansiedad, hay que exterminarlas, limpiarlas y esterilizarlas para siempre.
La Ansiedad a profundidad
Puedes pasarte el resto de tu vida ansioso por el futuro, y por mucho que te preocupes no cambiarás nada. La ansiedad puede definirse como el sentimiento que te inmoviliza en el presente por cosas que pueden llegar a suceder en el futuro. No confundas la preocupación con planear el futuro. Si haces planes para el futuro, pero no te distraes de las actividades que tienes que llevar a cabo en el presente para alcanzar ese futuro, eso no es ansiedad. Lo es cuando en alguna forma te encuentras inmovilizado en el presente por algún acontecimiento que puede suceder en el futuro. Así como nuestra sociedad suele alentar y alimentar la culpa, también fomenta la ansiedad. De nuevo todo comienza con la falacia de comparar o equiparar el preocuparse con el amor. Si quieres a alguien debes preocuparte por él. Has escuchado frases como "Por supuesto que estoy preocupado por ella; es natural cuando quieres a alguien" o "No puedo dejar de preocuparme porque te quiero". Se considera que preocuparse es una forma de probar el amor. La preocupación no tiene nada que ver con el amor que debe ser una relación en la que cada persona tiene el derecho de ser lo que elige ser sin condiciones impuestas por la otra persona.

La ansiedad es endémica en nuestra cultura. Perdemos mucho tiempo preocupándonos por el futuro, lo cual no sirve para nada. Ni un solo instante de preocupación logra mejorar las cosas. Por el contrario, probablemente la preocupación anule tu productividad en el presente. Si miras en retrospectiva ¿crees que alguno de los momentos de tanta preocupación que has tenido en el pasado, logró cambiar algo, hacer que algo fuese distinto a lo que fue? Si no pasas a la acción, preocuparte no tiene ningún sentido en absoluto. Definitivamente la ansiedad es un rubro en tu vida que es preciso que ordenes, por que puedes estar perdiendo valiosos momentos en la actualidad con comportamientos que no te brindan retribuciones positivas. La mayor parte de tu ansiedad proviene de estar preocupándote por cosas sobre las que no tienes absolutamente ningún control, al final preocuparte no te brinda paz, tampoco prosperidad o buena salud. Es muy común que ese escenario catastrófico que tanto nos preocupa a menudo resulta ser menos horrible de lo que imaginamos.
Uno de mis consultantes durante meses estuvo preocupado por la posibilidad de ser despedido de su trabajo, por que entonces no podría mantener a su familia. Se preocupaba compulsivamente, y comenzó a perder peso, no podía dormir y enfermaba a menudo. En el acompañamiento hablamos sobre lo inutil que era la preocupación y todo lo que tenía en el presente para entrar en acción, y todo el apoyo con el que contaba. Pero era en verdad preocupado y sentía que era su responsabilidad preocuparse por los desastres que podían llegar a ocurrir. Después de meses de ansiedad finalmente lo despidieron y se quedó sin empleo por primera vez en su vida. A los tres días encontró un nuevo empleo, que no sólo era mejor pagado sino que le brindaba muchas más satisfacciones. Había usado su fuerza compulsiva para encontrar su nuevo empleo. La búsqueda fue rápida y sin tregua, y toda su preocupación anterior resultó inútil. Su familia no se murió de hambre y él no se desplomó. Como en muchas ocasiones la mayoría de los trágicos escenarios de nuestra imaginación estuvieron muy lejos de la realidad, el cambio resultó más beneficioso que terrible. Experimentó en por si mismo la inutilidad de la ansiedad, de primera mano aprendió lo inútil que resulta preocuparse y ha comenzado a tener una actitud más relajada en su vida, no permitiéndose desperdiciar su presente. Tal vez seas un verdadero profesional en preocuparte, y produces todo tipo de estrés innecesario y ansiedad en tu vida a consecuencia de las decisiones que tomas al preocuparte por todo tipo de cosas. O tal vez eres de los menos angustiados que sólo se preocupa de sus propios problemas. A continuación te presento una lista con las respuestas más comunes a la pregunta "¿Qué es lo que te preocupa?"
Típicos comportamientos de preocupación en nuestra cultura
La siguiente lista, es el resultado de los datos que se obtuvieron en un grupo de unas doscientas personas que asistieron a una conferencia. Se le denominó "la hoja de la preocupación". No están colocados en orden de frecuencia o importancia. Las oraciones entre paréntesis representan los tipos de frases que justifican la preocupación.

Tu lista de preocupaciones
Yo me preocupo de…
Mis hijos. ("Todo el mundo se preocupa por sus hijos, no sería buen padre si no me preocupara por ellos ¿no es verdad?")
Mi salud. ("Si no te preocupa tu salud, te puedes morir en cualquier momento.")
La muerte ("Nadie quiere morirse. La muerte preocupa a todos.")
Mi trabajo ("Si no te preocupa tu trabajo, puedes perderlo.")
La economía. ("Alguien tiene que preocuparse; al presidente parece que no le importa nada.")
Un ataque al corazón. ("A todo el mundo le da un ataque al corazón, ¿no es cierto?" "El corazón se te puede detener en cualquier momento".)
La seguridad. ("Si no te preocupa la seguridad puedes terminar en un asilo o viviendo de la caridad pública.")
La felicidad de mi marido o mujer. ("Dios sabe lo que me preocupa su felicidad, aunque no me lo reconozcan.")
¿Estaré haciendo bien las cosas? ("Siempre me preocupa hacer las cosas bien, y así estoy tranquilo.")
Tener un niño sano si estás embarazada. ("Todas las futuras mamás se preocupan de eso.")
Precios. ("Alguien se tiene que preocupar por los precios antes que suban tanto que desaparezcan de nuestra vista.")
Accidentes. ("A mí siempre me preocupa que mi mujer/marido o mis hijos puedan sufrir un accidente; es natural ¿no es cierto?")
Lo que piensan los demás. ("Me preocupa que mis amigos no me quieran.")
Mi peso. ("Nadie quiere ser gordo; por tanto es natural que me preocupe")
Dinero. ("Nunca nos alcanza el dinero, y me preocupa que algún día no tendremos nada y tendremos que vivir de la caridad o del estado.")
Que el coche se descomponga. ("Es un cacharro viejo y voy en él por la autopista y por supuesto que me preocupa pensar que pueda tener una avería y lo que pasaría si la tuviera.")
Mis cuentas. ("Todo el mundo se preocupa de pagar sus cuentas. Uno no sería humano si no se preocupara de pagar sus cuentas.")
La muerte de mis padres. ("No sé qué haría si se murieran mis padres; me enfermo de sólo pensarlo. Me preocupa quedarme solo y creo que no podría arreglármelas.")
Irme al Cielo o ¿qué pasa si no hay Dios? ("No puedo soportar la idea de que no haya nada.")
La meteorología. ("Hago planes para salir de picnic y de repente llueve. Me preocupa que no haya nieve si vamos a esquiar.")
Envejecer. ("Nadie quiere envejecer y, no me tomes el pelo, a todo el mundo le preocupa.")
Viajar en avión. ("Se oye hablar de tantos accidentes")
La virginidad de mi hija. ("A todo padre que quiere a su hija le preocupa que puedan hacerla sufrir o que se meta en algún lío.")
Hablar en público. ("Me paralizo cuando tengo que hablar ante mucha gente y me muero de preocupación antes de hacerlo.")
Cuando mi cónyuge no me llama. ("A mí me parece normal preocuparse cuando uno no sabe dónde está la persona que ama, o de si tiene algún problema.")
Ir a la ciudad. ("Quién sabe lo que va a pasar cada vez que una va a esa jungla. A mí me preocupa cada vez que voy" "Siempre me preocupa conseguir un sitio para el coche.")
Y quizás el más neurótico de todos…
No tener nada de qué preocuparse. ("Simplemente no me puedo quedar tranquilo cuando todo parece andar sobre ruedas. Me preocupa no saber lo que va a pasar.")
La lista bien puede representar la hoja de preocupaciones en nuestra cultura. Se le da más importancia a la preocupación que a la acción. “Si todos los que tienen algo que ver con el asunto se preocupan mucho más, quizá podría llegar a solucionarse el problema”. Para eliminar la preocupación es necesario comprender la razón que la causa. Si la preocupación tiene gran importancia en tu vida, puedes estar seguro que tiene muchas referencias en tu pasado que la respalda.
Retribuciones psicológicas de la ansiedad
La preocupación es una actividad que se realiza en el presente. Si pierdes tu tiempo inmovilizado preocupándote por el futuro, puedes evadir el presente y lo percibas como una amenaza en la actualidad.
Puedes evitar correr riesgos usando tus preocupaciones como excusa para inmovilizarte. "No puedo hacer absolutamente nada; estoy tan preocupado." {ésta es una queja muy común que te mantiene inmóvil evitando el riesgo que significa la acción).
Puedes autodenominarse como una persona cariñosa o amorosa porque te preocupas por los demás. La preocupación demuestra que eres un buen padre, una buena esposa o lo que seas. Es un dividendo estupendo pero malsano y que carece de lógica.
Las preocupaciones son muy útiles para justificar ciertos comportamientos auto frustrantes. Si tienes sobrepeso, quizá comes de más cuando estás preocupado, y esto es al mismo tiempo una razón perfecta para aferrarte al comportamiento angustioso que producen las preocupaciones. Igualmente, quizás fumas más en situaciones difíciles, usas tu angustia y tu preocupación para no dejar de fumar. Este mismo sistema de retribución neurótica es aplicable a otras zonas como el matrimonio, el dinero, la salud y cosas por el estilo. La preocupación te ayuda a evitar el cambio. Es más fácil preocuparse por los dolores que tienes en el pecho que correr el riesgo de averiguar la verdad.
Las preocupaciones impiden que vivas tu vida. Los angustiados se quedan quietos preocupándose por todo mientras las personas activas y positivas tienen la necesidad de moverse. La preocupación es un recurso muy hábil que sirve para mantenerte inactivo y ciertamente es mucho más fácil angustiarse aunque menos estimulante y agradable, que ser una persona activa comprometida con las cosas.
Las preocupaciones pueden provocar úlceras, hipertensión, calambres, dolores de cabeza, dolores de espalda y muchas dolencias por el estilo. Y aunque éstas no parecen retribuciones, obtienen como resultado mucha atención de parte de la demás gente y también mucha autocompasión. Y mucha gente prefiere ser compadecida que realizarse.
Tal vez ahora puedes comprender un poco mejor cuál es el sistema psicológico de apoyo que está detrás de tu preocupación, podrás empezar a determinar algunas estrategias que te servirán para deshacerte de la ansiedad.

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Estrategias para eliminar la preocupación
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