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No necesitas la aprobación de los demás

Actualizado: 21 ene 2021

“Cuándo te amas a ti mismo, la aprobación de otras personas ya no importa” - Gillian Duce.


El mensaje que das a los demás cuando tienes necesidad de que los demás te aprueben es: "Lo que piensas de mí, es más importante que la opinión que tengo de mi mismo". Probablemente pierdes mucho tiempo esforzándote por lograr que los demás aprueben lo que piensas, sientes y haces. Por supuesto que a todos nos agrada recibir cumplidos o que nos alaben, es como una caricia mental que nos hace sentir bien. ¿Quién iba a querer renunciar a esto? Desear la aprobación de los demás no es malo, pero cuando se convierte en una necesidad, puede llegar a derrumbarte en caso de no conseguirla. Cuando se convierte en una necesidad, estás entregando una parte de ti mismo a la otra persona, ya que recibir su opinión, su apoyo o aprobación se convierte en algo imprescindible para ti. Tendrás que trabajar mucho en ti mismo.

El verdadero problema se presenta cuando no solo necesitas la aprobación de alguna persona en tu vida, sino cuando necesitas el apoyo de todas las personas para poder tomar acción en tu vida. Al hacerlo te estás exponiendo a sufrir muchas frustraciones, ya que es prácticamente imposible no provocar la desaprobación de las personas. No puedes complacer a todos. Si logras complacer a un cincuenta por ciento de la gente, lo estás haciendo bastante bien. Tal necesidad te convierte en una persona sin iniciativa, y tendrás una imagen prácticamente inexistente para los demás, que terminará por generarte autorechazo. Definitivamente es necesario que erradiques la necesidad de aprobación de tu vida si quieres alcanzar tu mejor versión. Tal necesidad es un callejón psicológico sin salida que no te aporta ningún beneficio.



Si tienes que ser alabado, es muy probable que las demás personas no puedan tratarte con franqueza, y tampoco será posible que le expreses a los demás lo que piensas y sientes, por temor a no contar con su aprobación. El resultado será que sacrificaras tu verdadera personalidad, por las opiniones y predilecciones de los demás. Es cierto que puede ser más complicado enfrentar el rechazo o la censura de los demás, ante la tentación por elegir el camino fácil de adoptar un comportamiento que inspira aprobación. Vivir por la aprobación de los demás puede convertirte en tu zona de confort, una forma de evitar asumir la responsabilidad de tus pensamientos, sentimientos y acciones. Cuando optas por este comportamiento, estás dándole mayor importancia a la opinión de los demás que a tu propia valoración. Es una trampa peligrosa y difícil de evitar en nuestra sociedad.


No te culpes, te enseñaron a necesitar aprobación

La necesidad de aprobación se fundamenta en una sola suposición: "No confíes en ti mismo; primero confirma todo con otra persona". El comportamiento de vivir buscando la aprobación de los demás, es reforzado por la cultura como norma de vida. El que una persona sea libre pensador, puede ser visto como algo anticonvencional, y puede convertirte en el enemigo de las instituciones que constituyen los baluartes de la sociedad. "No te fíes de ti mismo" es la esencia de la necesidad de tributo y la espina dorsal de nuestra cultura. Si permites que la opinión de los demás sea más importante que tu propia opinión y no logras su aprobación, tiene todo el sentido sentirte deprimido, culpable e indigno, dado que piensas que ellos son más importantes que tú.

La concesión de apoyo y aprobación puede llegar a ser un gran medio de manipulación. Si tu valía depende de los demás y no te alimentan con su aprobación, te quedas sin nada. No vales nada, y de ahí en adelante, mientras mayor sea tu necesidad de halago, serás más susceptible de ser manipulado por los demás. Toda acción que lleves a cabo en camino hacia tu independencia y la búsqueda de la aprobación propia, será un paso que te aleje del control de los demás. Tienes que ser consciente de que estas actitudes de búsqueda de la independencia suelen ser calificadas de egoístas, desconsideradas, indiferentes y similares. Para comprender mejor este círculo vicioso de manipulaciones, es importante hacer un repaso de todos esos mensajes culturales que alimentan la necesidad de búsqueda de aprobación, los cuales comienzan a dirigirnos desde que éramos pequeños y se refuerzan constantemente en diferentes ámbitos de la vida.

La familia, primeros mensajes de búsqueda de aprobación.

Es importante hacer hincapié en el hecho de que es natural que los niños pequeños necesiten la aprobación y aceptación de los adultos importantes (los padres) en su entorno durante sus años formativos. Pero es muy diferente a establecer el sistema de aprobación como algo absoluto. No es necesario que el niño tenga la necesidad de contar con la autorización de sus padres para todo lo que hace, piensa o dice. La confianza en sí mismo es algo puede enseñarse desde la cuna. Para fomentar la independencia adulta de la necesidad de aprobación, es importante y sirve de gran ayuda apoyar al niño desde el principio. Si durante su desarrollo siente que no puede pensar o actuar sin antes requerir el permiso de sus padres, las semillas neuróticas de la desconfianza de sí mismo han sido plantadas desde muy temprano. Me refiero a la búsqueda de aprobación como necesidad autofrustrante que condiciona a los niños a necesitar la autorización o el control de papá o mamá en vez de la actitud sana y normal de desear el amor y la aceptación de padres cariñosos. El tipo de educación que se fomenta en nuestra cultura, suele enseñar al niño a fiarse de los demás, en lugar de confiar en su propio juicio. Todo tiene que ser consultado con papá o mamá, te suenan algunas frases como:



¿Qué puedo comer? ¿Cuándo? ¿Cuánto? Pregúntaselo a Mamá

¿Con quién puedo jugar? ¿Cuándo? ¿Dónde? En tu habitación, pero la tienes que arreglar de esta manera, colgar la ropa, hacer la cama, los juguetes en un cajón de juguetes, etcétera

Déjame darte un ejemplo de una conversación que refuerza la dependencia y la búsqueda de aprobación:


Mamá: Puedes ponerte lo que quieras.

Hijo: ¿Qué te parece esto, mamá?

Mamá: No, no, rayas y lunares no se ven bien juntos. Cambiate la camisa o el pantalón para que haga conjunto.

Una semana después

Hijo: ¿Qué me pongo, mamá?

Mamá: Ya te lo he dicho, ponte lo que quieras. ¿Por qué me preguntas cada vez?


En la tienda o supermercado el cajero le pregunta al niño: ¿Quieres un caramelo? El niño mira a su madre y le pregunta ¿Quiero un caramelo?. El niño ya ha aprendido a buscar la autorización de sus padres para todo, incluso para saber lo que quiere o lo que no quiere. Lo mismo se repite en los diferentes ámbitos de su vida, a que puede jugar, comer, dormir, que puede pensar e incluso que amistades puede tener. Son pocos los mensajes de confianza en sí mismos que se envían a los niños en la familia. Esto parte de la creencia fundamental de que papá y mamá son los dueños de sus hijos. En lugar de ayudar a los niños a pensar por sí mismos y aprendan a solucionar sus propios problemas desarrollando la confianza en sí mismos, los padres tienden a tratar a sus hijos como una propiedad privada.

Tus niños no son tus niños.
Son los hijos y las hijas de los anhelos que siente la Vida por sí misma.
Vienen a través de ti pero no de ti. Y aunque están contigo, no te pertenecen.
“El Profeta.” - Khalil Gibran

Mamá se convierte en árbitro, mediador, en la persona a la que se acude como delator cuando uno de los hermanos se porta mal, alguien que literalmente tiene que pensar, sentir y actuar por el niño. No te fíes de ti mismo para resolver tus dificultades; papá y mamá lo harán por ti. No te fíes de ti mismo para tomar las decisiones que eres capaz de tomar por ti mismo; busca primero la autorización y el beneplácito de los demás. Los resultados de esta estrategia son muy evidentes en todo niño "dependiente".


Cuando uno es niño, muchas veces manifiesta el deseo de pensar por uno mismo, tener confianza en uno mismo. Y el mensaje que recibes a menudo era algo como: "Yo lo haré. No tengo tiempo para esperar a que lo hagas tú solo" o "eres demasiado pequeño". El deseo por ser uno mismo es aplastado con un rotundo: "Confía en papá y mamá. El mensaje detrás de todo esto, es que en caso de no hacerlo, no tendrás su aprobación y si no te aprueban, tendrás que reprobarte a ti mismo". Bajo la apariencia de buenas intenciones, en la familia se alimenta la dependencia de sus miembros y la necesidad de aprobación. El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Los padres que no quieren que a sus hijos les pase nada malo deciden protegerlos de todo peligro. Pero el resultado termina siendo exactamente lo contrario, sin las armas necesarias para saber cómo confiar en uno mismo en los momentos difíciles, es complicado construir un comportamiento independiente que sirva para toda la vida.

Quizás ni siquiera recuerdes todos los mensajes de búsqueda de aprobación que te fueron telegrafiados cuando eras niño. La aprobación, que debería haber sido gratuita, está condicionada a que agrades a los demás. No es que la aprobación no sea importante, sino que debe ser otorgada libremente a los niños, no como un premio a la buena conducta. No hay que contribuir a que el niño confunda su propia estima con la aprobación de cualquier otra persona.

Búsqueda aprobación en la escuela

Al abandonar la casa para iniciar la vida escolar, entras en una institución diseñada para inculcar a los niños el comportamiento y el pensamiento adecuado para lograr la aprobación de los demás. Pedir permiso para todo, pide permiso a la maestra para ir al lavabo, siéntate en la silla señalada, no te levantes si no quieres ser sancionado, etc. Todo orientado hacia un control ejercido por los demás. En lugar de enseñarte a pensar, te enseñan a no pensar por ti mismo. Te enseñaron a ser obediente. Tu libreta de calificaciones era un mensaje para tus padres para comunicarles el grado de aprobación que habías alcanzado. Cualquier alumno que muestra señales de ponerse al día y tener un verdadero control de sí mismo, es puesto rápidamente en su lugar. Los alumnos independientes, seguros de sí mismos, llenos de amor a sí mismos, poco susceptibles a la culpa o preocupación, son sistemáticamente considerados como problemas y como alborotadores. Las instituciones educativas pueden ser poco eficaces al momento de tratar con niños que muestran un pensamiento independiente. La búsqueda de aprobación es señalada como camino al éxito. Si te comportas de la manera que ellos te han enseñado saldrás triunfante. Sales con una fuerte necesidad de aprobación, desalentando tus impulsos por actuar por ti mismo y con confianza.



El camino ya está marcado, en adelante puedes necesitar la aprobación incluso para elegir qué estudiar, no podras en duda todo lo que te enseñan o serás castigado con malas notas y la desaprobación del maestro). Al terminar tu educación, el joven se da cuenta de que le cuesta tomar decisiones por sí mismo, le han enseñado cómo y qué debe pensar. Ahora suspira por la aprobación de los demás y aprende que lograrla es equivalente a triunfo y felicidad. se vuelve mucho más fácil y seguro hacer lo que otra persona espera de nosotros.

Mensajes de búsqueda de aprobación en otras instituciones

Tenemos otras fuentes de las que adquirimos síntomas de búsqueda de aprobación. La Iglesia sin duda ha tenido una gran influencia. Tienes que complacer a Dios, Jesús o a alguna divinidad que está fuera de ti. Los líderes religiosos han desvirtuado el sentido de las enseñanzas de los grandes maestros espirituales tratando de enseñar conformidad y sometimiento, usando como armas el miedo al castigo y el deseo de recompensa. Aprendemos una conducta moral no porque sea lo apropiado, sino porque Dios quiere que nos comportemos así. Si tienes dudas consulta los mandamientos en vez de consultar contigo mismo o con lo que tú crees. Pórtate bien porque alguien te lo ha dicho y porque alguien te castigará si no lo haces, no porque sabes que ése es el comportamiento apropiado para ti. La religión organizada apela a tus necesidades de búsqueda de aprobación. Puede que el resultado sea la misma conducta que habrías escogido, pero no la habrás escogido libremente. La experiencia religiosa más auténtica sería la de poder fiarte de ti mismo como guía y no necesitar la aprobación de una fuerza externa. Sería la religión del ser verdadero, en la cual el individuo determina su propia conducta basada en su propia conciencia y en las leyes de su medio ambiente que funcionan para él, en vez de permitir que alguien le dicte su conducta y decida cómo debe comportarse.



Los gobiernos son otro ejemplo de institución que usa la búsqueda de aprobación como motivador de conformidad. "No confíes en ti mismo. No tienes conocimientos ni capacidades para funcionar solo. Nos ocuparemos de ti, cobramos tus impuestos descontándolos de tu sueldo para que no gastes el dinero en otras cosas. Te obligaremos a tomar un Seguro Social porque eres incapaz de decidirlo por ti mismo No pienses por ti mismo; reglamentaremos tu vida." Van más allá de su responsabilidad de proveer a las necesidades esenciales de los ciudadanos y de gobernar a la sociedad. La mayor parte de estas normas son inoperantes. La gente que elabora normas es gente que insiste en la creencia de que ellos saben más que el propio individuo sobre lo que le conviene a este último. La música que escuchamos también está llena de mensajes líricos que nos instan a buscar la aprobación de los demás. Basta echar un vistazo a los títulos de canciones que te envían mensajes declarando que algo o alguien es más importante que uno mismo. Sin la aprobación de ese alguien tan especial el "Yo" se derrumba.


"Me haces tan feliz."

"Me haces sentir como una mujer."

"Me haces sentir completamente nuevo."

"Si tú te vas."

"La gente que necesita a la gente."

"Sin ti yo no soy nadie."



Cuando alguien no esté de acuerdo con algo que tú dices, en vez de sentirte herido piensa que te has encontrado con una de las personas que están dentro del 50% que digas lo que digas, pienses lo que pienses o hagas lo que hagas no estarán de acuerdo contigo, es la mejor manera de salir del túnel de la desesperación. Cuando seas consciente de la posibilidad de recibir crítica y la aceptes, no te sentirás inclinado a ofenderte por ello, dejarás de considerar el rechazo de un pensamiento o sentimiento como un rechazo a tu persona. No puedes evitar la desaprobación de la gente por más que quieras. Por cada opinión que puedas tener, habrá siempre alguien que tenga exactamente la opinión opuesta a la tuya. Piensa en la persona que en tu círculo más cercano es la que recibe mayor aprobación. ¿Cómo es esa persona? ¿Cómo se comporta? ¿Qué hay en él, que atrae a la gente? No te parece irónico que la gente que parece conseguir la mayor cantidad de aprobación en la vida es precisamente la que nunca la busca, que no la desea y a la que menos le preocupa conseguirla. Estando en contacto contigo mismo y usando la imagen positiva de ti mismo como consejera, recibirás mucha más aprobación. Por supuesto que nunca recibirás la aprobación de todo el mundo, pero si te consideras a ti mismo una persona valiosa no te deprimiras cuando te la niegan. La desaprobación es una consecuencia natural de la percepción que una persona tiene sobre otra, la percepción que una persona tiene de ti habla de la otra persona, igual que tu percepción de los demás hablas mas de ti que de ellos.


“Las personas que quieren más aprobación obtienen menos y las personas que necesitan menos aprobación obtienen más” - Wayne Dyer.

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