Hazte cargo de ti mismo
- Aarón Pérez
- 22 oct 2020
- 8 Min. de lectura
"¿Y si toda mi vida ha sido una equivocación qué?"
"La Muerte de Iván Illich" - Leon Tolstoi

Te has cuestionado, ¿qué relación existe entre tu destino, tus pensamientos y emociones? Una posible respuesta, es que no tienen nada que ver, pero si aceptemos la idea de que nuestros pensamientos y emociones tienen algo que ver con nuestro futuro, es decir, nuestros pensamientos y emociones crean nuestro futuro. Con esta base, es válido preguntarse ¿por qué no está sucediendo algo nuevo en mi vida? Si estás vivo, tu corazón está latiendo y tienes un cerebro, es lógico pensar que estás creando tu realidad o tu destino, con base en lo que estás pensando y sintiendo. Si la mente es un proceso de pensar y sentir, nuestro ser habitual es algo que hemos memorizado como una personalidad o identidad. Tener los mismos pensamientos y sentir lo mismo todos los días, y esperar resultados diferentes en nuestra vida es en realidad una verdadera locura. No es posible esperar un cambio si hacemos y pensamos las mismas cosas. Si esto es así, podemos afirmar que tu destino depende de lo que estás pensando y sintiendo, y el responsable de lo que piensas y sientes eres tu.
Probablemente has crecido y te has desarrollado en un ambiente cultural que te ha enseñado que no eres responsable de lo que piensas y sientes. Te enseñaron como debías y tenías que pensar y sentir, y además como no era correcto que lo hicieras. Aprendiste una gran cantidad de expresiones que usas para defender y justificar que no eres tú quien está pensando y sintiendo. Te suenan algunas frases como: "Me ofendes" o "Me haces sentirme mal". Las frases anteriores tratan de adjudicar lo que pasa en tu interior a causas o factores externos, estableciendo que tu no tienes nada que ver con ello, simplemente eres víctima de lo que está ocurriendo. Es bastante común que las personas piensen que no son responsables de sus pensamientos y sentimientos, como si ambos aparecieran de la nada, como si no tuviéramos nada que ver con ello. Si tu no eres responsable de tus pensamientos ¿quién lo es? ¿Tu pareja, tu jefe o tus padres?". Si ellos son los responsables de lo que piensas y sientes, si quieres realizar cambios en tu vida, mándalos a que hagan una terapia con un psicólogo, o que tomen sesiones de coaching, y entonces tu vida mejorará de inmediato. Tú sabes perfectamente que no es así. ¿Por qué razón rechazarias ser el responsable? Si además de enseñarte que tu no eres responsable, te hubiesen enseñado a sentirte culpable de lo que piensas y sientes, tendría sentido que prefieras reprimir u ocultar por lo menos aquellos pensamientos y emociones que te enseñaron que no son correctos, o que no debes sentirlos, y por lo tanto, intentamos de alguna forma controlarlo. ¿En qué momento eres consciente de lo que estás pensando y sintiendo? Si lo reflexionas, siempre eres consciente de ello después de que ya ha ocurrido. Por eso es que pretender controlarlo es un concepto que no tiene sentido, pero es lo que hace que nos sintamos culpables al no poder hacerlo, y por lo tanto intentamos reprimir y ocultar tanto nuestros pensamientos como nuestros sentimientos.
Fuera de casos extremos en que algún procedimiento o enfermedad te ha causado un deterioro neurológico, condicionando tu vida, eres el único que puede gestionar tu aparato pensante. Tu eres el ser que está pensando y sintiendo, así que puedes hacer con ellos lo que desees, conservarlos, cambiarlos, compartirlos, observarlos, etc. Que tu seas el que piensa, no quiere decir que tu seas tus pensamientos. El verdadero problema no se encuentra en lo que piensas, si no en que no eres consciente de cómo es que has aprendido a pensar así, ni del continuo proceso de pensar y sentir.
Cada vez que tienes un pensamiento tu cerebro produce químicos, si tienes pensamientos de abundancia, ilimitados o felices, se produce una química emocional que te hace sentir conforme tus pensamientos, abundante, ilimitado o feliz. En otras palabras, esta cosa inmaterial llamada pensamiento activa ciertos circuitos neuronales en tu cerebro que producen químicos que activan tu cuerpo para que te sientas exactamente de la misma manera en que estas pensando. Pasa exactamente lo mismo si tienes pensamientos negativos, tristes, o autodegradante, en cuestión de segundos comenzaras a sentirte mal, negativo, infeliz, o que no vales la pena. Así de rápido funciona. Nuestro pensamiento se transforma en química emocional en nuestro cerebro y se distribuye en nuestro cuerpo, de esa forma es que nos sentimos de la manera en que estamos pensando. En el momento en el que comenzamos a sentirnos de la forma en que estábamos pensando, por qué el cerebro está en constante comunicación con el cuerpo, comenzamos a pensar de la manera en que estamos sintiendo, se crean mas quimicos para seguir pensando de la forma en que nos sentimos, sentir de la manera en que pensamos, y así sucesivamente. Este proceso de pensar y sentir crea un estado del ser, al identificarnos con él decimos cosas “soy infeliz”. Creemos que somos lo que pensamos y lo que sentimos. Este proceso nos hace memorizar un estado emocional al que llamamos nuestra identidad. “soy culpable”, “estoy sufriendo”, “no valgo la pena”, “soy inseguro”. Si este proceso continúa, si no somos capaces de pensar mejor de lo que sentimos, nunca cambiaremos. Para verdaderamente cambiar, necesitamos pensar mejor de lo que sentimos.
Ahora, imagina que tus padres o uno de ellos tiene una tendencia al victimismo, por lo tanto durante tu infancia, tu has observado este ciclo de pensar y sentir que siempre tiende a esa identidad. Además, ellos te han educado para pensar como ellos piensan, de acuerdo a lo que ellos piensan que es mejor, o simplemente a cómo ellos aprendieron. Esa es tu referencia para tus experiencias en tu vida adulta, ya sea que la aceptes y repitas el mismo patrón, o que lo rechaces y te polarices rechazando todo lo que interpretes como victimismo. El punto, es que si tú has observado y te han enseñado ciertos patrones de pensamiento, y llevas ejecutándolos durante, 20, 30 o más años, que te sientes totalmente identificado, y realmente crees que eres asi, y que no es posible cambiarlo, por que simplemente piensas y sientes de esa forma.
Aprender a hacerte totalmente cargo de ti mismo implica un proceso mental completamente nuevo, y que puede resultar complicado porque es muy probable que tu entorno más cercano al ser un reflejo de ti, por medio de él, estes alimentado o reforzando tu identidad. Por lo tanto, tendrás que hacer un esfuerzo consciente para evitar los cantos de sirena que encontrarás en tu camino, de cierta forma puede decirse que la sociedad conspiran contra la responsabilidad individual, por que la mayoria aprendió a pensar de la misma manera, y lo que se espera es que todos piensen igual, y lo que se salga de esos parámetros, es mal visto, juzgado y rechazado. Basta escuchar los anuncios que oímos por la televisión, con mensajes como "Soy un profesionista, así que podrás imaginar los dolores de cabeza que tengo que soportar, las tensiones. Pero yo tomo esta píldora para eliminarlos" ¿Cual es el mensaje? que no puedes eres responsable de lo que sientes si trabajas en cierto tipo de empleos (profesores, ejecutivos, padres); por lo tanto, tienes que confiar en algo externo lo haga por ti. Nos bombardean con mensajes de ese tipo a diario. Lo que esconden e implican está muy claro, que somos unos prisioneros indefensos que tenemos que tener algo o alguien que haga las cosas por nosotros. Tonterías. Sólo tú puedes mejorar tu suerte y hacerte feliz a ti mismo. De ti depende hacerte cargo de gestionar tu mente, y sólo puedes hacerlo si te sientes libre de sentir y actuar de las maneras que elijas. El hacerte cargo de ti mismo significa dejar a un lado ciertos mitos muy generalizados. Plantear la posibilidad de dejar de vivir tal como los demás piensan que debería hacerlo. Éste puede parecerte un concepto radical si has crecido creyendo que no eres responsable de tus emociones; que la ira, el miedo o el odio, al igual que el amor y la alegría son cosas que te pasan. Ni siquiera se trata de aceptar lo que piensas y sientes, por tal como lo mencioné anteriormente, eres consciente de ello cuando ya ha sucedido. Se trata de no pretender controlarlo, ni cambiarlo, si no de comprender cómo has aprendido ese patrón y hacer un esfuerzo consciente para cambiarlo, hasta que el patrón cambie, se grabe en tu inconsciente y se ejecute de forma automática. .

Un primer paso puede ser, el tomar conciencia de la forma en que estás pensando, he aquí una pequeña lista de algunas frases hechas que probablemente has usado una y otra vez. Examina los mensajes que envían estas frases:
"Me ofendes."
"Me haces sentirme mal."
"No puedo evitar sentir lo que siento."
"Simplemente estoy enfadado, no me pidas que te explique por qué."
"Me haces hacer el tonto en público”
"Esa persona me enferma."
"Tengo miedo a las alturas."
"Me avergüenzas."
Como verás, esta lista podría seguir interminablemente. Cada frase contiene dentro de sí el mismo mensaje, anuncia que no eres responsable de lo que sientes. Ahora vuelve a formular el pensamiento de tal manera que refleje que eres tú el responsable de lo que piensas y sientes. Los siguiente pueden servirte de ejemplo:
"Interpretó la forma en que has reaccionado hacia mi, como algo que debe ofenderme”
"Lo que me digo a mi mismo de tus acciones, determina que debo sentirme mal”
"Podría sentirme de otra forma, pero de acuerdo a como estoy pensando, me estoy sintiendo"
"He decidido sentirme enfadado porque generalmente puedo manipular a los demás con mi enfado, puesto que ellos piensan que yo los controlo."
"Yo hago el tonto por tomar más en serio tus opiniones respecto a mí mismo que las mías propias, y por creer que los demás hacen lo mismo."
"Yo me enfermo a mí mismo."
"Me asusto a mí mismo en las alturas."
"Me avergüenzo de mí mismo."
Eres tú el responsable de lo que sientes. Sientes lo que piensas, y puedes aprender a pensar diferentemente sobre cualquier cosa, si decides hacerlo. No te digo que sea fácil cambiar de modo de pensar, pero la dificultad radica en que estas acostumbrado a un cierto tipo de pensamientos y sensaciones. Como puedes ver en los ejemplos anteriores, al principio podría parecerte complicado o que es mucho trabajo para deshacerte de esos hábitos de pensamiento que has asimilado hasta ahora. Es fácil ser feliz, pero tienes que desaprender a ser infeliz. Lo que resulta difícil es deshacerse de todos los "deberías" y "tendrías que" que has digerido en el pasado. Hacerte cargo de ti mismo empieza con tener conciencia de ti mismo. Pon atención a lo que piensas y dices, y la relación que existe con la forma en que te estás sintiendo. Rechazar lo que está sucediendo es algo que siempre produce dolor. El nuevo pensamiento requiere ser consciente de tus viejos pensamientos. Te has acostumbrado a patrones mentales que identifican las causas de tus sentimientos en hechos externos. Has empleado miles de horas de refuerzo para apoyar estos pensamientos y tendrás que equilibrar la balanza poniendo miles de horas de pensamientos nuevos, unos pensamientos que asumen la responsabilidad de tus propios sentimientos. Recuerda que te sientes desgraciado, enfadado, herido o frustrado automáticamente, simplemente porque aprendiste a pensar así hace mucho tiempo. "¿Debo evitar hacer las cosas que realmente quiero hacer o vivir mi vida como los demás quieren que la viva?''.La esencia de la grandeza radica en la capacidad de optar por la propia realización personal en circunstancias en que otras personas optan por la locura.
"Encontrarte a ti mismo, por ti mismo"
Sígueme en:
Facebook:
Gestión emocional - Aarón Pérez: https://www.facebook.com/AaronPerezCoach/
Viviendo un Curso de Milagros - Aarón Pérez: https://www.facebook.com/UCDMAaronPerez/
Podcast Despertar Consciente: https://anchor.fm/aaronperez
Twitter, Instagram: Aarón Pérez Coach
Comments