Si este es el mundo real, Dios es cruel
- Aarón Pérez
- 7 may 2020
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 1 oct
"Si éste fuese el mundo real, Dios sería ciertamente cruel." (T-13 EL mundo inocente.Introducción.3:1)
¿Un mundo de castigo o un sueño de separación? La lógica de Dios frente a la ilusión del ego
Esta frase de Un Curso de Milagros (UCDM) me impactó profundamente, especialmente por la forma en que siempre me había cuestionado cómo un Dios amoroso podría permitir el sufrimiento en el mundo. En este post, te propongo un ejercicio de lógica, desafiando la forma irracional en que a menudo se nos ha enseñado, y considerar una visión del mundo que podría ser muy diferente, o incluso opuesta, a la que solemos aceptar. A diferencia de los humanos, Dios no es incongruente, ya que el ego no forma parte de su pensamiento.

La incongruencia de un "Dios cruel"
Si la esencia de Dios es el amor, ¿cómo podría Él condenarnos a vivir en un mundo de castigo para que alcancemos la salvación? Este pensamiento contradictorio es una interpretación del ego, el cual concibe el amor de forma opuesta al amor de Dios. Para el ego, el amor puede "matar para salvar", una idea que proyectamos en Dios y que ha alimentado creencias como la de la caída de Adán y Eva, resultando en nuestra incapacidad para comprender verdaderamente a nuestro Creador.
"Debe ser, o bien que Dios está loco, o bien que este mundo es un manicomio". (T-Capítulo 25 La justicia de Dios.IV La roca de salvacion.3:2)
El mundo: ¿Creación de Dios o de la separación?
Si Dios crea a Su imagen y semejanza, todo lo que Él crea debe ser eterno. Este mundo, sin embargo, es perecedero. Esta contradicción nos lleva a considerar que el mundo que percibimos podría no ser el real, sino uno de separación, fabricado por nosotros. Es un mundo regido por la muerte y el castigo, donde nacemos con dolor, crecemos entre sufrimientos y finalmente enfrentamos la muerte. Experimentamos un amor que termina en abandono y la creencia de que lo que amamos puede perderse. ¿Es este el mundo a imagen de Dios, o hay algo más que no estamos percibiendo?
La verdad detrás de nuestra percepción
El problema no es el mundo en sí, sino que nuestra vida se sostiene en un sistema de pensamiento irracional. Aceptamos como verdades absolutas conceptos que son incompatibles con un mundo creado por Dios. Un mundo de miedo, ataque y peligro constante es una construcción de nuestros propios pensamientos de temor, que se proyectan y materializan en la realidad que percibimos. El mundo no es más que el efecto de nuestra propia mente.
Las ilusiones que nos ciegan
Te invito a detenerte un momento y respirar. Observa a tu alrededor y pregúntate: ¿El mundo real está lleno de calles donde la gente camina sola y separada? ¿En el mundo real, alguien tiene que perder para que otro gane? Las casas que construimos no nos dan seguridad, los caminos no nos llevan a ninguna parte y las ciudades que erigimos llevan el sello de la muerte. Todo lo que hemos creado está destinado a volver al polvo.
Dejemos de sobrevalorar este mundo. No podemos encontrar valor en él porque fue creado desde la pequeñez y la escasez. Es un mundo demente, sin sentido, porque está cimentado en el pecado de la creencia en la separación.
El origen de la culpabilidad y la falta de sentido
Hemos construido este mundo desde la culpabilidad, con la creencia de que el Hijo de Dios tiene que ser crucificado. Mientras no seamos conscientes de esto, seguiremos viendo un mundo de caos, regido por leyes arbitrarias que no necesitamos obedecer, sino cuestionar para trascender. El motor de este mundo no es la voluntad de vivir, sino el miedo a morir.
Este mundo es el sueño de que puedes estar solo y separado, creyendo que tus pensamientos no tienen efecto en los demás. Pero la soledad es la separación, y la separación es la enfermedad.
"Justificar uno solo de los valores que el mundo apoya es negar la cordura de tu Padre y la tuya." ( T-Capítulo 25 La Justicia de Dios.VII La roca de la salvación.4:1)
El mundo real y la elección de la visión
No hay motivos para atemorizarse en el mundo real, porque en él no se pueden sufrir pérdidas de ningún tipo; es un mundo de abundancia en el que todo resplandece eternamente. Somos nosotros quienes hemos hecho que el mundo que vemos sea tal como es. Mientras creamos que el mundo es algo externo a nosotros, no podremos tener control sobre él.

Debes negar el mundo que ves, ya que es precisamente esa percepción la que te impide tener otro tipo de visión. No es posible ver ambos mundos, pues cada uno representa una forma de visión diferente, y la que experimentas depende de a cuál le otorgas mayor estima. La negación de uno hace posible ver el otro. Ambos no pueden ser verdad; sin embargo, el mundo que ves te parecerá real de acuerdo con el valor que le atribuyas. Ciertamente el mundo puede engañar, pero no puede reemplazar la justicia de Dios con su propia versión.
Este mundo te atará de pies y manos, y destruirá tu cuerpo únicamente si piensas que se construyó para crucificar al Hijo de Dios. Aunque el mundo sea un sueño de muerte, no tienes por qué dejar que sea eso para ti. Permite que esto cambie, y todas las cosas en el mundo no podrán sino cambiar también. En este mundo, todo se define en función del propósito que tú le asignas. En el mundo real no hay enfermedades, ni separación, ni división. En él solo se reconocen los pensamientos amorosos, puesto que todo el mundo dispone de tu ayuda, y la Ayuda de Dios va contigo a todas partes. Dios te dio el mundo real a cambio del mundo que tú fabricaste como resultado de la división de tu mente, el cual es el símbolo de la muerte. Si pudieses realmente separarte de la Mente de Dios, morirías.
"No trates de cambiar el mundo, elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él. Tu percepción del mundo es el resultado, no la causa."
El poder de la mente para elegir una visión distinta
Las creencias del mundo son opuestas a los Pensamientos de Dios. Si crees en una sola idea del mundo como cierta, entonces todos los Pensamientos de Dios serían ilusorios. Cualquier cosa que consideremos buena o valiosa en este mundo nos causará daño, no por su poder, sino porque negamos su naturaleza ilusoria y le otorgamos realidad. Las ilusiones se forjan en el mundo y crecen según sus costumbres y pensamiento. El motor de este mundo no es el deseo de vivir, sino el deseo de morir. Es un sueño de separación donde crees que puedes estar solo sin afectar a los demás. Estar solo implica separación, y esta separación conduce a la enfermedad. Este mundo solo existe en la mente de quien lo creó, y es ahí donde reside la salvación. Tienes control sobre tu mente, ya que es el mecanismo de decisión.
Este mundo es lo opuesto al cielo, creado por un sistema de pensamiento contrario al de Dios. Es un juicio contra ti mismo y no existe en realidad. Mientras creas que el mundo es algo externo que te puede dañar, tendrás motivos para sentir temor. Así que, la pregunta no es si el mundo es como lo percibimos, sino si estamos dispuestos a cuestionar nuestras percepciones más arraigadas. Lo que eliges creer es lo que verás, y quizás la verdad esté esperando que elijas mirarla
Ahora es tu turno: ¿El mundo es tal como lo percibimos, o debe haber algo más? Cuéntamelo en los comentarios.
Gracias por leerme, si te ha gustado compártelo
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