Seguimos crucificándonos
- Aarón Pérez
- 2 abr 2021
- 2 Min. de lectura

Seguimos crucificándonos durante 365 días, y de esa forma mantenemos y alimentamos la necesidad de que algo o alguién de un orden superior (divino) venga a salvarnos. Una semana al año lo juzgamos, lo crucificamos, resucita y volvemos a empezar, es un cuento de nunca acabar. Traemos el pasado al presente y lo proyectamos al futuro en forma de Destino.

Dios ya cubrió esa necesidad hace más de 2021 años, (tomando en cuenta que el año cero, no es el año cero, pero esa es otra historia). Pero no hemos aceptado ese perdón aún, nuestra arrogancia ha hecho que aún no seamos conscientes de que no es necesario hacer nada para recibir algo que ya se nos ha dado. No hace falta recibir el perdon de algo externo en el futuro, tan solo tenemos que perdonarnos en el presente y dejar de proyectar humanidad en la divinidad, hemos sido creados a imagen y semejanza del creador, y no al reves, sin darse cuenta de forma inconsciente mcuhose empeñan en crear a Dios a imagen y semejanza nuestra. Dejemos de creer que Dios tiene cualidades humanas.
No cometas el patético error de "aferrarte a la vieja y rugosa cruz". El único mensaje de la crucifixión es que puedes superar la cruz. Hasta que no la superes eres libre de seguir crucificándote tan a menudo como quieras. Éste no es el Evangelio que quise ofrecerte. (T-4.I.3:7-10)

Proyectamos dolor y sufrimiento en la creencia de que algo o alguien no lo quitara haciendo no sé qué, Dios no te lo puede quitar sin tu consentimiento, para eso tienes que reconocer y aceptar que está en ti, y eres tú quien se lo tienes que ofrecer a Él para que lo elimine en ti, y si se lo has dado en verdad ya no puede estar en ti. Si estuviera en Dios, tu dolor y sufrimiento sería reales, entonces no tendrías elección alguna. Jesús vino a enseñarnos a vivir, y nosotros seguimos empeñándonos en morir, celebramos la muerte en lugar de la vida.
El mensaje de la crucifixión fue precisamente que yo no creía en la traición. El "castigo" que se dijo infligí a Judas fue un error similar. Judas era mi hermano y un Hijo de Dios, tan miembro de la Filiación como yo. ¿Cómo iba a condenarlo cuando estaba listo para probar que condenar es imposible? (T-6.I.15:2-9)

Si hay algo que conmemorar es la vida, Jesús no murió, vivió, vive y vivirá siempre, no con nosotros; en nosotros
"Encontrarte a ti mismo, por ti mismo"
Sígueme en mis redes sociales:
Facebook:
Gestión emocional - Aarón Pérez: https://www.facebook.com/AaronPerezCoach/
Viviendo un Curso de Milagros - Aarón Pérez: https://www.facebook.com/UCDMAaronPerez/
Podcast Despertar Consciente: https://anchor.fm/aaronperez
Twitter: https://twitter.com/APerezS78
Whatsapp: https://wa.me/521833385769191
Comentarios