La mente de un crack del deporte. (Parte 1 de 2)
- Aarón Pérez
- 16 jul 2020
- 9 Min. de lectura
¿Puedo ser un crack?

El camino al éxito está plagado de obstáculos, reveses inesperados que desvían de la ruta original y obligan a replantearse las metas imaginadas originalmente. Ni siquiera Michael Jordan, considerado por muchos como el mejor basquetbolista de la historia; el más inspirador, fascinante y ganador de todos los tiempos logro escapar a los obstáculos del camino al éxito. En 1978, las pruebas para el primer equipo del Instituto Laney dejaron helado al joven Jordan cuando escucho "tu sitio está con el cuadro junior". La decisión del técnico Clifton 'Pop' Herring de mandar a un Jordan de 15 años y 1,78mts de estatura al equipo Junior dada la excesiva competencia en el equipo A, le ha perseguido de por vida. Jordan quien manejaba bien el balón y tenia un tiro era moderadamente bueno, defendía de modo deficiente. Cincuenta chicos compitiendo por 15 lugares en el quipo A y 15 en el equipo Junior. Herring declaro a la revista Sports Illustrated que él no "cortó" a Jordan, como se ha sostenido durante décadas, simplemente le "buscó acomodo" en un combinado más a su medida. Conociendo el desenlace de la historia resulta fácil criticar aquella decisión de Herring. Aquella experiencia amarga del rechazo se convirtio en el impulso que necesitaba Mike para continuar mejorando y tabajar con gran esfuerzo todos y cada uno de sus movimientos, mejorar su tiro y la intensidad defensiva se tornaron en su mayor obsesión. En el equipo junior del Instituto Laney se elevó sobre el resto y se erigió en el referente ofensivo absoluto.

Cuando en 1989 Phil Jackson aterrizó en Chicago para gozar de su primera oportunidad como entrenador en jefe, pocos imaginaron que se estaban colocando las primeras piedras de un futuro esplendoroso. La visión de Jackson sobre el basquetbol es tanto o más interesante por su condición de entrenador exitoso como por sus particulares métodos. “Admito que no soy un experto en teoría del liderazgo, pero sí sé que el arte de transformar a un grupo de individuos jóvenes y ambiciosos en un equipo integrado de campeones no es un proceso mecánico. Consiste en un misterioso número de malabarismo, además de exigir un conocimiento cabal de las seculares reglas del juego, necesitas un corazón abierto, una mente despejada y una gran curiosidad sobre las modalidades del espíritu humano”. Jackson Abandonó sus estudios de ciencias políticas para ahondar en los de psicología, religión y filosofía, especialmente la oriental. Fue apodado el Maestro Zen. En estos Bulls jugaba la estrella del Basquetbol Michael Jordan. No es exagerado decir que Jordan ya era Jordan, aunque parecía estar lejos de lograr campeonatos por más que se esforzara y fuera el motor del equipo. Jackson llego con sus “extravagantes” métodos como él hacer meditar a todos los jugadores entre otros. El resultado, los Bulls ganaron seis campeonatos durante la década de los noventa.

“A veces, cuando relleno formularios, en la casilla profesión escribo "mago". No pretendo engañar a nadie. Dicho de manera concreta, cuando pienso en la labor de equilibrar egos que tenemos que realizar los entrenadores de la NBA, creo que la mejor manera de definirla consiste en decir que hacemos magia”. Así entiende su profesión Phil Jackson
Cuestiones sin respuesta.
Si Jordan no hubiera vivido tal experiencia en su adolescencia, ¿hubiese sido el basquetbolista que fue? ¿Se hubiese convertido antes en el basquetbolista determinante que acabó siendo? Sea como fuere, la decisión de Herring es algo que se quedo grabado en la mente de Jordan, y entonces nació su competitividad inmisericorde con los rivales y su afán sobrehumano de superación. En aquel lejano noviembre de 1978, se escribía en Carolina del Norte uno de los episodios más alucinantes de la historia del deporte. Mike, el niño frustrado "moría" para dejar paso a Michael, el basquetbolista hambriento e irreductible. ¿Sin la influencia de Jackson, su filosofía y sus métodos, Jordan hubiera logrado tener la destacada carrera que tuvo? Todo resulta imposible de precisar, simple y vana conjetura. Es caer en la eterna discusión de ¿qué fue primero? el huevo o la gallina, un líder ¿se hace o nace? ¿Que hace a unos ante experiencia similares tomar la decisión de ser el mejor o de renunciar? Se trata en realidad una cuestión de tener un talento innato superior al promedio, o que factores llevan a una persona promedio a incrementar su talento por encima de los demás. Historias como la de Jordan nos dan señales de que hay algo más allá del "talento" que lleva a una persona a desarrollar al máximo sus habilidades.
¿Un Crack nace, o se hace?

Cuando tuve lo que podría llamarse un momento de “inspiración”, pensé en escribir pensando en lo que en el ámbito del deporte se denomina “crack”. Para aquellos familiarizados con el término sabrán que dentro del mismo se engloban a todos aquellos deportistas que por su talento son capaces de lograr cosas que parecen imposibles de realizar dentro de un terreo de juego y por ende son considerados como parte los mejores de la historia. En la actualidad podríamos nombrar a los futbolistas Cristiano Ronaldo y Leo Messi. Aunque la subjetividad entra en juego, ya que dependerá de los criterios e incluso gustos de cada quien, para considerar a unos u otros como un “crack”, utilizare este término en adelante para referirme a cualquier deportista que para usted pueda ser catalogado como un “crack” por lo que es capaz de realizar en su respectivo deporte. ¿Que hace que una persona posea un talento tan grande que llega a ser denominado un “crack” en su deporte? En definitiva es algo que “tal vez” ni la ciencia ha podido llegar a determinar. El talento para muchos científicos se define como aquello que la ciencia no puede explicar. Lo cierto es que no tengo bases para afirmar como es que un jugador posee un talento natural tan desarrollado, pero intentare expober algunas bases que podrían llevarnos a comprender como una persona posee un talento innato o puede llegar a desarrollarlo a tal nivel, que parece ser superior al de los demás, compartiré información que podria ser la base para comprender porque un crack es un crack. Primeramente hay que tener muy en cuenta lo que la Neurociencia ya ha comprobado. La técnica de un jugador (o cualquier persona) no se encuentra en su cuerpo, no está en los pies, en sus manos, en sus piernas, etc. El talento está en su cerebro, ya que es el cerebro el que controla el cuerpo. Hasta hace unos 20 años la ciencia hablada de hemisferios izquierdo y derecho como los responsables de que una persona tuviera cierta habilidad o facilidad para realizar o desarrollar ciertas habilidades. En la actualidad para el campo de la neurología esto es casi completamente obsoleto. Hoy se sabe que todos los cerebros funcionan completamente igual, la diferencia no está en el cómo funciona. El cerebro se forma día a día a través de las experiencias, y como no existen dos personas que vivan la misma vida, como las huellas dactilares no existen dos cerebros iguales. Cada experiencia de vida crea en el cerebro neuronas en las que se guarda la información relacionada con lo que estás viviendo, no solo la información que percibimos mediante los sentidos acerca del entorno, guarda la información que da lugar al concepto que explica o define qué significa para ti dicha experiencia, es decir pensamientos, emociones y sentimientos al respecto. Formamos neuronas para cada emoción, por ejemplo para la tristeza, el amor, el dolor, la apatía, etc. Después nuestra parte racional para relacionarlas crea conceptos en la búsqueda de entenderlo, comprenderlo y justificarlo todo. Tales conceptos (pensamientos) etiquetan nuestras experiencias, clasificándolas como buenas, malas, placenteras, dolorosas, etc. Entre más veces vivas una determinada experiencia, estas neuronas tendrán una relación más fuerte entre si, se van sujetando unas a otras hasta formar una red neuronal. Todos en el principio de nuestra vida, creamos redes neuronales para aprender a caminar o hablar por ejemplo. Al principio se hace por imitación, se intuye el aprender hacerlo para poder desplazarnos o comunicarnos, aunque no se sepa para qué, más guiados por la intuición, el placer o el deseo de alcanzar un objeto, la alegría de comunicarnos con nuestros padres, u observar la alegría que puede ser para ellos el realizarlo, solo por citar ejemplos. Esta repetición continua de lo que aprendemos, se convierten en nuestros hábitos, es decir, ya no tienes que pensar conscientemente como dar un paso tras otro, simplemente tu cerebro busca en tu memoria la información y manda las señales a tu cuerpo mediante reacciones químicas y eléctricas, lo cual se ejecuta de manera inconsciente. Este proceso de automatización le permite al cerebro ahorrar energía, ocupando la energía en aquellos procesos en que necesitas poner más tu atención, o realizar de manera consciente como es el aprender algo nuevo.
La neurociencia en la actualidad ha cambiado la percepción de algunos mitos como el que no utilizamos todo nuestro cerebro, anteriormente se decía que solo usamos el 10%. Hoy se sabe que utilizamos todo nuestro cerebro, pero nadie utiliza más del 2% de su cerebro al mismo tiempo. ¿Que significa esto? Un deportista dentro de un campo de juego, en tu cerebro se encenderan todas las redes neuronales que están asociadas a la actividad que se esta realizando. Los niños por ejemplo, en principio por lo general hacen deporte por el solo placer de hacerlo, no lo hacen por fama, dinero o reconocimiento. Sin embargo van asociando este tipo de conceptos como los ya mencionados y los asocian con ser deportistas profesionales. De esta manera al convertirse en profesionales y estar desarrollandose dentro de un campo de juego, todas las neuronas asociadas se encenderán, incluyendo aquella información que no es estrictamente parte del juego, como la fama, lo que esto implica es que el gasto de energía en el cerebro dependera de que tanta información se asocia a la actividad realizada. Sin embargo, hemos desarrollado la capacidad de ser multitasking o multitareas, es decir, de pensar en diferentes cosas al mismo tiempo. Por lo tanto, un jugador dentro del campo puede no solo estar pensando en el juego en sí, puede estar pensando en sus problemas familiares, en sus experiencias del pasado, las del futuro, en que pasara si gana o pierde, en cómo es su interacción con sus compañeros, su entrenador, la afición, la prensa y miles de cosas más que muchas veces no son del todo conscientes para el jugador. ¿Que implica esto? Implica que tal como mencione, solo el 2% de tus neuronas pueden ser utilizadas al mismo tiempo, así que para encender las neuronas relacionadas por ejemplo con un problema familiar en el pasado, tu cerebro necesita apagar algunas neuronas, y esas podrian neuronas podrian estar relacionadas con la parte motora de la actividad que estas realizando en el tiempo presente. Y entre más cosas pienses al mismo tiempo, más energía restas a tu actividad presente. Lo que significa que la energía para la activdad que realizas sera menor, y como cualquier computador, el acceso a tu memoria será más lento, es decir, puede ser menos capaz de realizar de manera efectiva todo lo relacionado con tu actividad. Vendrán las malas decisiones dentro del campo, movimientos erraticos, menos intuición, mayor cansancio físico, y esto le agrega un sinfín de emociones, sentimientos y pensamientos asociados a la experiencia, como podría ser la frustración.

Por lo tanto, ¿de qué depende nuestro cerebro?, ¿Qué lo controla? Nuestro cerebro depende de nuestra mente. Es decir de nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestros sentimientos son las señales que le dan a nuestro cerebro la orden para que realice sus funciones. El cerebro no es otra cosa que química y electricidad, neuronas, literalmente cables, es materia que se puede tocar. La mente no es materia, sin embargo el cerebro es el emisor/trasnmisor de la mente, mediante el cual se materializa la mente utilizando el cuerpo para este propósito. Al cerebro no le gusta pensar, porque eso requiere de mayor energía, el cerebro le que quiere es automatizar, eso conlleva un gran ahorro de energía. Tu cerebro depende de lo que piensas, tus pensamientos literalmente afectan tu cerebro. De lo que piensas de cada experiencia son las redes neuronales que formaras en tu cerebro, y de acuerdo a tu interpretación será la calidad de la misma. Entre más conceptos tengas asociados a una experiencia, más energía utilizaras para el solo hecho de pensar en ella, y el cerebro al buscar automatizar, tú ya no tendrás la capacidad de decidir cómo sentirte ante una experiencia igual o similar, tú solamente reaccionaras, tu cerebro buscara en tu memoria como debes reaccionar ante determinada experiencia. Es por eso que el solo hecho de que recordemos alguna experiencia, ya sea al ver una similar en otra persona, vivirla uno mismo otra vez, escuchar algún sonido, ver o escuchar a alguien hablar de una experiencia similar, o cualquier cosa que traiga a tu consciente y tu inconsciente el recuerdo. Puede hacer que reaccionemos y nos sintiamos enojados o alegres según sea el caso, y eso nos lleve a tener un mayor o menor gasto de energía que se verá reflejado en nuestro estado físico durante el día.
Al cerebro le importa en qué crees, en que piensas, porque aquello que tú piensas es lo que vas hacer, porque es lo que vas a sentir. La neurociencia determina que el talento esta sobreestimado, porque la técnica de un jugador no está en su cuerpo, se expresa a través del cuerpo pero está en su mente. Por qué deportista considerado "crack" por muy talentoso que sea naturalmente, tienen que entrenar tanto como sus demás compañeros para poder competir con ellos. Cuando un deportista repite y repite automatiza el movimiento, pero no es un deportista más inteligente, si un jugador aprende que ya ha automatizado un movimiento y aprende otros movimientos, se vuelve más inteligente, tendrá mayor información en su memoria para decidir qué hacer, la ejecución será automática. Entre más cosas aprendes eres más inteligente, no tienes que racionalizar en busca de una solución, el cerebro buscara la mejor solución. Pero si siempre piensas lo mismo, siempre haras de lo mismo, y si siempre haras lo mismo, siempre pensaras igual. El problema es que casi nadie decide que pensar, repetimos, siempre hacemos lo mismo, pensamos lo mismo, sentimos lo mismo, son los famosos hábitos. Si quieres cambiar tienes que dejar de pensar igual, para dejar de pensar igual tienes que aprender. Aprender es cambiar.
“Encontrarte a ti mismo, por ti mismo”
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