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Lo que la piel calla: Biodecodificación de los tatuajes (Parte 1 de 5)

Actualizado: hace 7 días

🧠 Lo que la piel calla: historia, cultura y el cuerpo como espejo


Por Aarón Pérez

Blog: Despertar Consciente


📘 Presentación de la serie

Esta serie nace de una observación personal y de años estudiando disciplinas como la biodescodificación, bioneuroemoción, coaching, PNL, neurociencia y espiritualidad. No pretende juzgar ni establecer si tatuarse es bueno o malo, sino ofrecer una mirada alternativa: ¿podría el tatuaje ser una forma simbólica de expresar lo que no hemos podido decir con palabras?


A través de cinco partes, exploraremos el tatuaje como fenómeno cultural, emocional y espiritual, reconociendo que el cuerpo no es solo superficie, sino espejo, vehículo y mapa de nuestra historia interna.


🧭 Introducción: La marca como signo

Jacques Lacan, en Las formaciones del inconsciente y La agresividad en psicoanálisis, aborda el concepto de marca como signo. Por ejemplo, la circuncisión aparece como símbolo de una relación castradora, presente en ciertas encarnaciones religiosas. Es, en cierto modo, una forma de tatuaje.


Lacan afirma:

“Hay una relación específica del hombre con su propio cuerpo que se manifiesta igualmente en la generalidad de una serie de prácticas sociales, desde los ritos del tatuaje, de la incisión, de la circuncisión, en las sociedades primitivas, hasta en lo que podría llamarse lo arbitrario de la moda, en cuanto que desmiente en las sociedades avanzadas ese respeto de las formas naturales del cuerpo humano cuya idea es tardía en la cultura.”

Cuatro personas con tatuajes y atuendos tradicionales, una sostiene un remo y otra un sombrero cónico. Fondo blanco, suelo de pasto.
Esitlos tradicioanales de tatuajes en la Polinesia

👁️ El cuerpo como espejo: una mirada personal Actualmente los tatuajes se han popularizado y dejado de ser exclusivos de ciertos grupos sociales, géneros u oficios. Personalmente, me surgen preguntas como:


  • ¿Por qué ese(a) joven con tanta belleza decide tatuarse?

  • ¿Por qué algunos tatuajes captan tanto nuestra atención?

  • ¿Qué quieren expresar quienes se tatúan?

Como ya lo he mencionado, no pretendo juzgar ni establecer si tatuarse es bueno o malo. Esta serie nace de la observación de lo que surge en mí al ver cómo hoy en día, incluso adolescentes se tatúan, y de lo que he aprendido en los últimos años a través de la biodescodificación, coaching, PNL, neurociencia y espiritualidad.


Mi intención es ofrecer una mirada distinta: ¿podría el tatuaje ser una forma simbólica de expresar un conflicto emocional reprimido? Tal como ocurre con el arte —la pintura, la música, la literatura o el cine—, el tatuaje podría ser una vía de expresión del inconsciente.

🧬 El tatuaje como construcción de identidad

El tatuaje puede ser una forma de construir sentido, pertenencia o una respuesta frente a la fugacidad de las experiencias. En esta primera parte, ofrezco una mirada inicial a lo que se ha estudiado sobre los tatuajes. Más adelante, exploraremos su dimensión emocional, espiritual y biológica.

📜 Un poco de historia: de lo sagrado a lo marginal

La palabra tatuar proviene del inglés tattoo, tomado de los indígenas de Tahití. Es una práctica milenaria: incluso se han encontrado momias tatuadas.


  • En culturas orientales, tatuarse estaba relacionado con la belleza, como el maquillaje.

  • En Occidente, los tatuajes eran propios de obreros, marineros y ciertos oficios, como símbolo de virilidad.

  • En Japón, el tatuaje representa “lo diferente”: otra filosofía, otra religión, otra estética.

  • En Grecia y Roma, se usaban para marcar esclavos, criminales y gladiadores. La palabra latina era stigma.

  • La Iglesia lo consideró señal de paganismo, aunque los primeros cristianos se tatuaban cruces, peces o corderos como signo de fe.

  • En Samoa, marcaba la transición a la adultez.

  • En Polinesia, era signo de identidad personal.

  • En culturas árabes, las mujeres se tatuaban por motivos ornamentales o terapéuticos.

  • Dibujo en blanco y negro de un hombre con tatuajes geométricos en el rostro. Vista frontal y lateral, expresión seria y fondo neutro.
    El tatuaje Rapa Nui

Siempre fue una marca inscrita en el cuerpo, una inscripción dirigida a la mirada del otro.

🎭 Cultura o moda

La cultura del tatuaje se ha extendido tanto que hoy tiene algo de moda, pero desde una vertiente provocadora: escandalizar al otro, suscitar su mirada no por lo bello, sino por lo extraño o incluso por el rechazo.


Algo similar ocurrió con los románticos franceses del siglo XIX, que adoptaron una indumentaria para diferenciarse de los burgueses. De ahí la expresión “épater le bourgeois”, lema del arte moderno que desprecia lo establecido.

Hombre con tatuajes, camisa blanca y corbata negra, sostiene portátil gris. Fondo gris. Expresión confiada.

¿El tatuaje responde a una moda? Sí, pero con una paradoja: la moda cambia, el tatuaje permanece. En un mundo de cambios constantes, el tatuaje parece querer instaurar algo estable, una marca permanente que dé sentido en medio del caos. Dice San Pablo: "La verdadera circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en la letra" (Romanos II:26-29).


En la actualidad, el corte, la modificación corporal o el tatuaje pasan a convertirse en algunos casos, en espectáculo, esto puede refrendarse en el libro de Record Guiness donde existe una categoría que especifica quien es el hombre más tatuado y que porcentaje de su cuerpo está cubierto por dibujos, rareza y show mediático que quita eficacia simbólica al tatuaje para hipertrofiar la dimensión imaginaria. Es temerario dar cuenta de todas las razones y sentidos que pueden adquirir los tatuajes para las personas. Actores y actrices de todo orden y todos los campos (cine, teatro, televisión, porno, etc.) se presentan con sus cuerpos tatuados, provocando la mirada centrada en el tatuaje. Parece que vivimos una época de “tatuaje generalizado”, de un “todos tatuados”: adolescentes y jóvenes, médicos, jueces, etc. Cuando surge alguien tatuado, se mira el tatuaje; es como si el resto se apagase, se trata de un detalle que adquiere mayor visibilidad que el todo corporal.

🧷 Una marca distintiva

Más allá del sentido de identidad o pertenencia grupal, el tatuaje encierra una contradicción: busca individualizar, pero también puede operar como defensa de uniformismo. Desde su marca, propone una nueva identidad: el hombre tatuado, el guerrero, la extraña.


Es una forma de construir un personaje, de velar o completar la identidad original. El tatuaje transforma el cuerpo social marcado en un cuerpo individual tatuado, simbólico o imaginario.


Cuando no podemos poner en palabras lo que sentimos, lo ponemos en el cuerpo. Los tatuajes son marcas simbólicas, pero no se hacen sobre una hoja en blanco. Se inscriben en un cuerpo con historia, con afectos, con grabados únicos. Por eso, más allá del diseño, cada tatuaje tiene un carácter de excepción.


Manos tatuadas entrelazadas sobre una mesa de madera. Atmosfera de conexión y apoyo. Sin texto visible.


🧠 Reflexión final

Esta primera parte nos invita a mirar el tatuaje como fenómeno humano, cultural y simbólico. Pero también como espejo de lo que sentimos, creemos y queremos expresar.


En las siguientes partes, profundizaremos en su dimensión emocional, espiritual y biológica. No para juzgar, sino para comprender. Porque tal vez, lo que la piel calla… es lo que más necesita ser escuchado.


💬 Ahora es tu turno: ¿Tus tatuajes tienen algún significado? Cuéntamelo en los comentarios. Si esta reflexión te ha resonado, compártela.


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