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Configurando tu identidad personal

“Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo” - Aldous Huxley (El tiempo puede detenerse)


¿Puedes tener la personalidad que te plazca? Hasta ahora, eres tu quien ha determinado a través de tus decisiones exactamente el tipo de ser humano que quieres ser. En ese reino invisible (mente) donde tomas decisiones acerca de tus circunstancias, has tomado decisiones destinadas a tener cierto tipo de personalidad, ciertos temores, hábitos, costumbres, cierto niveles de confianza en ti mismo y ciertas capacidades intelectuales y demás. Olvida por un instante, que se te ha enseñado que no puedes evitar tener la personalidad que tienes, que la has heredado de tus padres, que la gente no puede cambiar de verdad. Que algunas personas tienen una inteligencia superior, o que el talento se hereda y no eres de los afortunados. Liberarte de todas esas ideas y desarrolla en tu interior el conocimiento de que posees la capacidad de crear cualquier cambio que puedas concebir. Es decir, si puedes creerlo, puedes crearlo. Este es el mensaje: “Has creado tu personalidad y posees la capacidad de cambiarla. Tienes todo lo que necesitas para hacerlo, no necesitas nada más”.


La gran mentira

Crecemos creyendo en tantas limitaciones que con el paso del tiempo, realmente se manifiestan. Nos escuchamos a nosotros mismos diciendo cosas que aceptamos como verdades cuando de hecho, son falsas creencias que se han convertido en nuestras verdades. Mientras te aferres a la gran mentira, no podrás llegar a ser una persona capaz de experimentar cambios. A continuación te comparto cinco falsas creencias que impregnan nuestra cultura. No olvides que todas y cada una de ellas son tan sólo creencias. Cuanto más te aferres a estas ideas y te convenzas a ti mismo y a los demás de que representan “la verdad”, no permitirás la llegada de otra realidad a tu vida.


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1. No puedo evitar ser como soy, siempre he sido así.

Escucho este tipo de ideas casi todos los días. Si te aferras a la creencia de seras siempre igual, te cerraras al crecimiento. Sea cual sea tu personalidad (tímida, agresiva, temerosa, introvertida o extrovertida), has de dejar atrás la ilusión de que no puedes evitar ser como eres. Quizás piensas que te gustaría cambiar, pero que “eres así” y “siempre has sido así”. Pensar asi es lo que te impide cambiar. De hecho, un cambio en tu personalidad que consista en volverte más abierto, confiado, afectuoso, amable o cualquier otra cosa, tal vez sea en realidad el milagro que buscas. Tira esa excusa a la basura y apartarla de tu vida por completo. Quizá siempre hayas elegido en el pasado ser de determinada manera, pero debes abrirte al conocimiento interior de que tienes el poder de crear el tipo de persona que deseas ser, en todos los aspectos de tu condición humana, sea cual sea.


2. Soy así por naturaleza, he heredado mi modo de ser y no lo puedo cambiar.

“Eres igual de desorganizado que tu padre”, “Heredaste la falta de oido de tu abuelo, él tampoco era capaz de tararear una canción”, “todos tus hermanos son pésimos en matemáticas”, “es tímida como su madre y su abuela”. Pensamientos como los anteriores ayudan a perpetuar la gran mentira. Has llegado a creer que heredaste tus limitaciones y que es imposible superar la genética. Los científicos incluso han dicho que ese código genético te ha sido transmitido a través del ADN y tienes que conformarte con lo que te ha tocado y simplemente sacarle todo el partido posible. A fin de eliminar tales ideas y convertirte en un ser que no tiene limitaciones, debes comenzar desde tu interior, ahí en donde puedes tener múltiples talentos, confiar en ti mismo, estar desprovisto de temores y ser simpático. Es en tu mente donde creas tus límites y es aquí donde inicia el cambio. Tu milagro podría estar relacionado con algo que estás bloqueando debido a tu insidiosa creencia en la herencia. El mundo está lleno de personas que han ido mucho más allá de los limites marcados por sus genes.


3. Mi personalidad está controlada por mi química y metabolismo.

Esta es otra de las mentiras que escuchamos una y otra vez, tanto se repite que hace que sea aún más difícil superarla. ¿Cómo puedo cambiar cuando mi química corporal controla quién soy? Algunos “científicos” explican como si nada, que no es posible cambiar debido a ciertas sustancias químicas. Si bien es posible que los científicos tengan algo de razón en cuanto a la química del cuerpo y a la presencia de organismos invisibles en nuestros sistemas, lo que rara vez abordan es la cuestión del tipo de control que poseemos sobre nuestro cuerpo. Es evidente que nuestra química corporal controla en gran medida el modo en que vivimos, pero has de llegar a comprender algo fundamental: La química de nuestro cuerpo se ve siempre afectada por el modo en que pensamos. No es debatible la presencia de esos diminutos organismos en nuestros cuerpos, lo único que quiero es que seas consciente del enorme poder que tienes en la mente para contener esos organismos o reeducarlos a fin de que trabajen para ti y no contra ti.


4. Mi familia es responsable de mi personalidad.

“Nunca podría alejarme de mi familia”, “mi madre era agobiante y mi padre nos abandonó cuando era niño”, “todas las mujeres de la familia somos así, no hay nada que hacer”. Estas y otras excusas similares forman parte de una gran mentira. Este tipo de creencias te impiden llegar a experimentar cambios en tu personalidad. Mientras estés convencido, aunque sea hasta cierto punto, de que tu familia es responsable de quien eres hoy, estarás atrapado en ese ciclo. No sólo puedes elegir hoy, siempre has elegido la forma de reaccionar a la influencia de tu familia. Ellos no pueden crear el “tú” que experimentas, sólo puedes hacerlo tú mismo. La decisión siempre es tuya. Tienes capacidad de rechazar conductas, actitudes y creencias que consideres indeseables. Aunque no puedas eliminar las influencia que fue una parte tan importante de tu niñez, tú y sólo tú debes decidir si van a persistir. Si no aceptas la responsabilidad total por el modo en que ellos están presentes en tu vida, impedirás que se produzcan en ti, cambios de personalidad. Si el control lo tienen otros, serás víctima, aun cuando parezcan estar dirigiéndote por un curso positivo. Debes convertirte en productor, director y actor en el desarrollo de la historia de tu vida.


5. No puedo escapar a mi cultura ni a mi tiempo.

Ésta es la mentira que te empuja a creer que tus hábitos y costumbres son resultado de esa misteriosa “cultura” que está siempre matizando y dando forma a tu vida. La idea de la influencia de la sociedad forma parte de la ilusión de que eres conformado por esa gran fuerza social. “La sociedad pone las reglas y todos somos víctimas de esas prácticas”, “vivimos en una cultura que enseña la obediencia, y yo no soy más que una de esas almas obedientes que piensan y actúan como actúa y piensa el rebaño”, “¿Cómo se puede avanzar cuando el Gobierno y el hermano mayor están siempre diciéndote lo que puedes y lo que no puedes hacer?” Éstas son declaraciones que reflejan una visión interior de impotencia. Si crees que la cultura determina quién eres o qué clase de persona vas a ser, en definitiva ésta será tu realidad. Por otro lado, todos aquellos que han sido diferentes en el mundo han sido unos innovadores. Un innovador no mira las normas culturales y dice: “Eso es todo lo que puedo hacer”. Tu conciencia y tu compromiso con un propósito deciden en quien te vas a convertir. Ni la sociedad ni la cultura entran siquiera en consideración personal cuando una persona decide cómo llevar adelante su propósito de servir. Si quieres seguir tu intuición y hacer algo distinto en la vida, pronto aprenderás que no puedes seguir al rebaño. No puedes echarles la culpa a ellos por lo que tú no has llegado a ser. Nada afuera puede controlar lo que está dentro, la relación es al revés. Según pienses, así serás. Tu pensamiento es tuyo y tiene su origen en ti.


Estas son las cinco falsas creencias que forman la gran mentira con la que se te ha bombardeado desde tus primeros momentos de conciencia. Si alguna de ellas te resulta familiar y sigues utilizándola como justificación para tu falta de autocrecimiento, debes iniciar un programa destinado a superarlas. Todo ello se desarrolla en ese lugar invisible de tu interior, donde puedes tomar la elección de librarte de estas creencias enfermizas de manera permanente cultivando ideas nuevas y transformadoras que sustituyan a las que tenías antes.


Como superar la gran mentira

No necesitas seguir aferrándote a las cinco excusas comentadas arriba. Para superar la gran mentira necesitas equiparte con nuevas creencias. Puedes elegir convertir tu vida en una grandiosa obra de arte en constante evolución. La clave está en tus pensamientos. Tienes una mente ilimitada y es infinitamente capaz de crear lo que decidas crear. Puedes dejar atrás la vieja hipnosis condicionante y ver que hay quienes han superado condiciones aparentemente insuperables. El pensamiento milagroso dice: “Lo creo, lo sé, y accederé a mis poderes espirituales para hacerlo. Esta es mi intención”.


Si estás del lado de la creencia en las limitaciones, estoy seguro de que creerás que todo esto es simplemente un optimismo poco realista. Verás todo el sufrimiento del mundo y elegirás pensamientos tales como “Mira a todas esas personas atrapadas en sus circunstancias, que tienen terribles dolencias mentales, que viven en situaciones familiares abominables. No hay esperanza para ellos y tampoco la hay para mí. Las personas no podemos dejar de ser quienes somos. No tenemos elección”. Puedes elegir el camino de ser el tipo de persona con el que habías soñado en convertirte o puedes optar por albergar la duda y crear una vida basada en esta duda. Martin Seligman lo dice con estas palabras en su magistral libro Learned Optimism:


“Puede parecer que una actitud pesimista esté profundamente enraizada, de tal modo que parezca permanente. Sin embargo, yo he comprobado que se puede escapar al pesimismo. De hecho, los pesimistas pueden aprender a ser optimistas, y ello no a través de mecanismos poco conscientes como puedan ser silbar una cancioncilla o pronunciar cantinelas sino aprendiendo un nuevo conjunto de habilidades cognoscitivas. Se hace hincapié en la palabra cognoscitivas, que equivale a pensar. Y esto es precisamente lo que puedes hacer y harás para crear tu personalidad mágica con todas sus características únicas. Se supera la gran mentira (es decir, la idea de que no se puede evitar ser como se es) por y a través del pensamiento mágico. Este pensamiento mágico te llevará a ser exactamente el tipo de persona que elijas para ti.”


Como crear tu propia personalidad mágica

He aquí las seis claves para hacer de ti la persona que tú decidas con el fin de realizar tu propósito.


1. Tu personalidad

Imagina exactamente cómo te gustaría ser. En lugar de fijarte en lo que ves ahora fíjate en lo que realmente te gustaría en cuanto a tus rasgos de personalidad. ¿Qué nivel de confianza en ti mismo te gustaría mostrar en todas las áreas de la vida? ¿Te gustaría ser más firme en tus opiniones? ¿Menos o más introvertido y/o contemplativo? ¿Más o menos (cariñoso, amable, vulnerable, ansioso o nervioso? Crea en tu mente un cuadro del tipo de personalidad que según crees mejor te cuadraría. Todas estas imágenes interiores pueden traducirse a una conducta física, porque esto es precisamente lo que has estado haciendo todo el tiempo. Aun cuando no fueras consciente de ello, así es cómo se conformó tu personalidad. Actúas constantemente de acuerdo con esas visiones interiores. Cuando sepas, y no dudes de que puedes elegir la personalidad más adecuada con el fin de realizar tu propósito, y confíes en tu capacidad para ser esa persona tanto en el sentido espiritual como en el físico, seras capaz de crear la realidad mágica que transformará tu vida actual.


2. Tu talento

Se considera generalmente el talento como una capacidad innata que nos ha dado Dios y que le permite a algunos alcanzar niveles más altos que a otros. Mozart, Michael Jordan y Baryshmkov tenían talento. Podemos estar de acuerdo acerca de quiénes son los que poseen eso que llamamos talento, pero somos incapaces de definir el concepto. El talento es en realidad una cualidad que se define a través de la comparación. Si no hubiera otros con quienes comparar a Mozart o a Michael Jordan, no existiría el concepto de talento. Si estos dos individuos se hubieran limitado a rendir o producir a su manera propia y personal, cumpliendo su propio propósito en sus áreas particulares, y los viéramos como individuos que no compiten con nadie, no utilizaríamos un concepto como el del talento para describirlos. El talento, según esta otra definición, sería aplicable a todos. A los que nos hemos criado en Occidente nos resulta casi imposible concebir una idea semejante.


Te juzgas a ti mismo y juzgas los méritos relativos de tus talentos basándote en la actuación de quienes te rodean. Tu talento en una área en concreto es simplemente lo que tú crees de ti mismo y el modo en que te comparas con la actuación de otros. Has aceptado la mentira según la cual unas personas tienen más o menos talento que otras. Puedes empezar a decirte a ti mismo: “Tengo todo el talento que he elegido tener y, si bien admiro y disfruto con lo que hacen otros, sus acciones no me dicen nada acerca de lo que yo pueda o no alcanzar”. He aquí unas palabras de Learned Optimism que describen esta actitud:


“Un compositor puede tener todo el talento de un Mozart y un deseo apasionado de éxito, pero si se cree incapaz de componer música, no llegará a nada”.

No tienen sentido decir que tu cuerpo repercute en tu comportamiento en este mundo físico. Tu elección de brillar en cualquier área se basará en tus propios intereses personales. Probablemente no tendrás interés en ser un jugador de baloncesto profesional si habitas en un cuerpo de un metro sesenta de estatura. Si tuvieras interés en ello y supieras que eres capaz de conseguirlo, incluso de hacer un tapón o una clavada, si éste fuera tu conocimiento actuarías de acuerdo con esa creencia y la harías realidad. Y si no me crees, hace algún tiempo, el jugador de basquetbol Spud Webb, que ganó el concurso de clavadas de la NBA (National Basketball Association) con un cuerpo de esa estatura. Tu talento, como todo lo demás, están en función de la fuerza invisible que fluye a través de tu cuerpo. No está ubicado en tus manos ni en tus genes ni en ninguna parte de tu organismo. Está en la fuerza que fluye a través de todo tu ser. Esto es difícil de aceptar cuando se te ha adoctrinado para que creas que unos tienen talento y otros no. Deja de estructurar tu vida como si necesitaras ser mejor que otro. Examina en cambio tu propósito en la vida y debes confiar en que tienes en este instante todo cuanto necesitas en cuanto a talento se refiere, para que seas capaz de crear en tu vida el milagro que buscas. Cuando empieces a conocer en lugar de dudar de tu talento, descubrirás las necesarias capacidades físicas para realizar tu propósito.


3. Tu inteligencia

¿Cuán inteligente te gustaría ser? Es en esa área de un imaginario coeficiente intelectual donde muchas personas viven una ilusión. Líberate de la creencia de que un numero mágico asignado a tus poderes mentales limita tus capacidades y posibles logros como ser humano. La mejor definición del CI (coeficiente intelectual) es ésta: la inteligencia es lo que miden los tests de inteligencia. No eres un número. Eres un alma, sin número e infinita. Las capacidades de tu yo interior no tiene fronteras, son ilimitadas. Los analistas y especialistas de todo tipo intentan hacerte creer lo contrario, y así ponen en circulación esta forma de mistificación dentro de la cultura.


Recuerda que no hay accidentes en este universo perfecto. Debes saber que tu propósito está más allá de cualquier posible evaluación hecha a través de mediciones científicas. Posees toda la capacidad que necesitas para hacer realidad tu propósito. Tu inteligencia es infinita. La inteligencia tiene que ver con la mente, y la mente no tiene fronteras. No hay modo de cuantificar algo que carece de dimensiones. Si deseas experimentar el milagro de poseer una inteligencia a nivel de genio, da la vuelta a esas voces interiores que te han convencido de tus limitaciones debido a tu intelecto. Por supuesto, puedes mejorar tu capacidad para realizar cualquier tarea intelectual. Puedes mejorar tus capacidades en matemáticas y en lectura. Puedes aprender cualquier cosa a la que dediques el intelecto. Lo que has aprendido o no hasta este momento, tiene que ver con las elecciones que hayas hecho y no con una incapacidad innata determinada por un número asignado por aquellos que tienen un profundo interés propio en el juego de los números. No olvides esto en relación con tu nivel de inteligencia y haz que ocupe un lugar primordial en tu mente infinita, sin fronteras ni cifras. Eres primero y sobre todo un ser espiritual. Y a eso no puedes ponerle un número.


4. Tus hábitos y costumbres

Puedes dar la vuelta a tus hábitos cotidianos rutinarios y dejarte envolver totalmente por la vida sean cuales sean tus niveles de ingresos o tus circunstancias. Recuerda que las circunstancias no hacen al hombre sino que lo revelan. Hablan del modo en que has decidido vivir tu vida y utilizar tu poderosa mente. Esa fuerza está en todos nosotros. Algunos la aprovechan y otros la hacen a un lado y luego culpan a sus circunstancias de los hábitos y costumbres de sus vidas. Ser desdichado, deprimido, perezoso es un hábito. Estos y otros rasgos de personalidad son consecuencia del modo en que se utiliza la mente. Son muchos los que atraviesan por tales circunstancias y hacen de la felicidad un hábito, se trata de un proceso interior y no exterior. Aquellos que se las arreglan para escoger hábitos de autoayuda son casi siempre quienes trascienden sus circunstancias de carencia y crean para si una vida de mayor abundancia. Sean cuales sean tus hábitos y las costumbres, podrás cambiar en un instante cuando te conviertas en un ser espiritual en primer lugar y material en segundo lugar. Tienes el poder de cambiar las cosas que no te funcionan, tus hábitos o costumbres problemáticos. Aprender a pensar independientemente de esos hábitos constituye la esencia para superar los rasgos de personalidad que ya no te son útiles. No tienes por qué permanecer condicionado e hipnotizado en tu estado actual si no sirve a tu propósito. Puedes liberarte del hábito de permitirle a los demás que te manipulen. De todos esos “rasgos de personalidad aparentemente enraizados”. Son simplemente hábitos que has elegido. Para crear un milagro en el que no seas víctima de otros, de tus circunstancias o de ti mismo, debes efectuar un cambio en tu mundo interior y crear en ese espacio privado, espacio para un ser humano con un propósito.


5. El envejecimiento

Si bien todo el mundo sucumbe al proceso de envejecimiento, la pregunta que hay que hacer es ésta: ¿es inevitable? Hoy en dia diferentes estudios científicos señalan que el ADN, que controla todas las funciones celulares, es prácticamente invulnerable al desgaste. Ha sobrevivido sin siquiera un ápice de envejecimiento durante seiscientos millones de años como mínimo. La materia prima básica de tu ser no tiene edad. Y sin embargo, envejecemos. ¿Por qué? Los antiguos sabios llamaban al proceso de envejecimiento un error del intelecto. El envejecimiento es el hecho de olvidar cómo hacer las cosas bien dentro de una célula. No es algo normal, sino un modo de ser aprendido. El error del intelecto está en identificarse exclusivamente con el cuerpo físico y llegar a pensar que hay que experimentar el proceso de envejecimiento. La mente empieza a prepararse para el envejecimiento en cuanto es capaz de intelectualizar. Lo has visto siempre a tu alrededor y has leído acerca de él, y eso es todo cuanto sabes. Preparas tu cuerpo para su propia autodestrucción.


La salida de esta trampa, se encuentra situada como todo lo demás, en tu mente. Es éste el garaje que utilizas temporalmente para aparcar tu alma. Puedes dar la vuelta a tu perspectiva interior y literalmente incidir en todas y cada una de la células de tu cuerpo. Tu yo invisible (tu mente) no se encuentra situado sólo en tu cerebro. Es tu conciencia espiritual y se encuentra en cada célula de tu ser. Es en tu mente, ahí donde actúa la magia de esa inteligencia invisible, donde debes examinar tus actitudes en relación con el envejecimiento. ¿Tienes pensamientos de viejo? ¿Crees que debes andar encorvado y más despacio, perder la memoria y tener aspecto de viejo? Es en estas creencias invisibles donde estan programado el funcionamiento de tus células. Esa inteligencia invisible es perfecta, no tiene edad. Puedes empezar a replantearte tu pensamiento, el de que tus células individuales se deterioran. Y si utilizas tu mente de una manera nueva, con vistas a desarrollar un nuevo conocimiento interior, quizá seas capaz de incidir en ese proceso que has venido considerando cono ineludible. He aquí otra cita extraída de Perfect Health y que no puedo resistirme a incluir: Si llevas tu mente a un nivel de funcionamiento que esté más allá de la edad, esa misma cualidad incidirá en tu cuerpo. Éste envejecerá más lentamente porque así se lo dicta tu mente, al nivel más profundo. Al verte a ti mismo libre del envejecimiento, lo estarás de hecho.


6. Tu salud emocional

Tus posibilidades en cuanto al modo de vivir desde el punto de vista emocional son infinitas. Cuando experimentamos temor, por ejemplo, nuestra mente es capaz de producir (literalmente) moléculas que se presentan en forma de adrenalina. Tiene sustancia, es mesurable, y su origen está en la mente. Este es el milagro del funcionamiento de la mente. Nuestros pensamientos producen manifestaciones físicas que hemos aprendido a llamar emociones. Las moléculas que forman tus emociones derivan de manera directa de tu mundo mental. Las sustancias químicas que aparecen en tu cuerpo son creadas realmente por la mente invisible. Sí, tú y tu ente invisible podéis crear el mundo físico que desees crear. Tu mente es capaz de incidir en cosas del mundo físico. Puedes crear milagros en tu vida a través del empleo mágico de tu mente.


Tus emociones son manifestaciones físicas de tus pensamientos. Lo mismo puede decirse del miedo, del estrés, de la ira, de la rabia, de los celos, de la depresión, de las reacciones fóbicas, etcétera. Son todos ellos cambios químicos que tienen lugar dentro de tu cuerpo. Fabricas estas sustancias químicas en tu propia farmacia cuántica, que empieza por tu mente. Estás constantemente creando moléculas que denominamos de diversas maneras y que hemos llamado emociones. Cuando empiezas a curar tu ser interior y a consultar de manera constante a esa voz interior, alteras tu sistema inmunológico. El doctor Dean Ornish publicó un best-seller, Reversing Heart Disease (“Cómo invertir el curso de las enfermedades cardíacas”), que trata, exactamente de invertir y no sólo de detener los síntomas. Para dar la vuelta a la posibilidad de la enfermedad cardiaca, según él, hay que aprender básicamente a superar las tendencias de nuestra mente a crear enfermedades.


Las reacciones emocionales de ira, estrés, tensión, miedo, etcétera, tienen su origen en la mente. Estas reacciones crean desequilibrios químicos y auténticas toxinas que producen el deterioro del cuerpo. El modo de curar estas dolencias no es atacar esas sustancias químicas enviando un nuevo ejército de medicamentos preparados por los laboratorios sino trabajar sobre la maquinaria farmacéutica original causante de los desequilibrios químicos. Es éste el modo de curarnos de prácticamente todas las enfermedades, y es también el camino para la comprensión de nuestro propio estado emocional. Tú eres el creador de tus emociones, que tienen su origen en tu pensamiento. Esas reacciones emocionales son en realidad de naturaleza física. Cualquier emoción que elijas con tu pensamiento tomará carta de residencia en tu cuerpo. Una vez te hayas dado cuenta de que eres tú quien elige los temores, los niveles de ansiedad, las fobias, los niveles de éxtasis y demás, podrás ser también quien cree cualquier milagro que desees experimentar en este mundo de las emociones. Es posible que no sepas con certeza cómo decides crear las moléculas tóxicas que aparecen en tu mundo emocional. Sin embargo, el simple hecho de reconocer que lo decides tú pone en marcha los cambios fisiológicos que deseas experimentar.


Un viejo dicho indio expresa muy bien estas ideas: “Si deseas saber qué es lo que pensabas ayer, mira tu cuerpo hoy. Si deseas saber cómo será tu cuerpo mañana, mira lo que piensas hoy”. Las emociones aparecen en nuestro cuerpo en forma de manifestaciones físicas de nuestros pensamientos. Ten esto en mente mientras nos dirigimos al camino de la realidad mágica. Estas seis categorías constituyen el inventario de variables de personalidad que tú controlas en tu mente invisible. Son el bagaje interior que llevas contigo a dondequiera que vayas. Tus creencias al respecto son sólo tuyas. Tú has seleccionado todas tus actitudes interiores hacia cada una de estas categorías. El mayor obstáculo que se opone a la remodelación de tu personalidad y a su conversión en la obra de arte que deseas será el de superar tus temores y dudas. Vives en todo momento con estos temores y dudas, compañías que te han impedido hacerte responsable de la creación de una vida mágica para ti.


Ahora es tu turno: ¿Cómo consideras tu salud física y emocional? cuéntamelo en comentarios.


Gracias por leerme, si te ha gustado compártelo


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