Aplicando un esquema mental milagroso a todas tus relaciones
- Aarón Pérez
- 7 dic 2021
- 8 Min. de lectura

La fuerza y la alegria que brindan las relaciones interpersonales con propósito comienza y termina en nuestro esquema o mapa mental. Si aún no vives la magia de las relaciones con propósito, si realmente quieres descubrirlas, no te quedes esperando a que los demás sean los que cambien. Para eso es importante que te liberes de las dudas que generan tus creencias, y que te llevan a creer que es imposible que suceda por culpa de las personas que actualmente intervienen en tu vida. Una relación con propósito se trata de un juego interior, ni siquiera se requiere de que las personas que te rodean lo comprendan o esten acuerdo, incluso es probable que algunas (sigan su propio camino) desaparezcan de tu vida en un sentido físico. Lo que te comparto a continuación aplica para todas tus relaciones interpersonales.
Articulos relacionados:
Si te encuentras en un punto de tu vida, en el que has tomado conciencia de que te encuentras recorriendo tu viaje espiritual, al haber reconocido cual es tu propósito de vida, y comprendes desde tu interior, que algunas personas no seguirán compartiendo el mismo espacio físico, tendrás la libertad de elegir poner fin a una relación, y comprender que hacerlo no es un fracaso, del mismo modo que la muerte de alguien tampoco representa un fracaso, aunque por supuesto, pone fin a la relación física. De lo que hablo es de un “tú” que es tratado con dignidad y respeto, porque asi ha sido creado y por lo tanto, eso es lo que brinda a los demás. Aquellos que aún no lo comprenden, es probable que se alejen de ti, pero te será facil aceptarlo de ser necesario. La duración de una relación debe ser determinada por cada alma, nadie puede juzgar cuando es el momento de hacerlo. Dejarás atrás a muchos en un sentido físico, la relación termina pero no la persona. De hecho, al final, todos dejaremos atrás de manera divina y grandiosa, todas nuestras relaciones físicas. Con aquellas personas que decidas crear relaciones espirituales, permanecerás en estrecho contacto físico.

Como personas en una obra de teatro, algunos entrarán y saldrán de tu vida, algunos desempeñarán papeles menos importantes, otros tendrán papeles estelares durante algún tiempo, y otros te ayudarán en la codirección y coproducción de tu vida. Todos serán importantes para el conjunto de la obra de tu vida y merecerán siempre tu amor. Aprenderás a no juzgarlos, honraras su aparición, aún cuando representen mal sus papeles. En última instancia, llegarás al punto en que podrás mirar atrás, darte cuenta de que los encontraste porque todos tenían algo que enseñarte. Aprenderás a amarlos a todos, aún aquellos cuya lección no la has comprendido todavía. Con esto en mente, libérate de cualquier duda que te aceche acerca de tus relaciones, sigue adelante dejando atrás nombres y rostros, hasta ese lugar de realidad mágica donde no existen nombres, rostros, o números de seguridad social.
En tu interior sabes que si existe alguien capaz de ser feliz y de sentirse satisfecho con sus relaciones, tu también tienes la misma capacidad para para crear relaciones felices y gratificantes, deja de culpar a los demás. No tiene nada que ver con ellos, es algo que se encuentra en ti. Cuando la duda asome, lo cual ocurrirá, recuerda que has sido programado (hipnotizado) para creer que la dicha es imposible. Despréndete de la duda mediante imágenes mentales que indiquen tu disposición a crear relaciones mágicas y gratificantes. Visualiza felicidad y satisfacción en tu relaciones. Visualizate dando amor aun frente a la ira, la envidia o al desagrado. Piensa en la persona con quien tienes más problemas de relación, ya sea alguno de tus padres, un compañero de trabajo, tu pareja, etc. Ahora mentalmente, supera tu inclinación a responder con ira y hostilidad. Imagínate derrochando amor y no prestes atención al modo en que responde la otra persona. No lo hagas pensando en lo que vas a recibir. En una relación mágica, cada uno elimina sus deseos y da de sí misma a partir del sentido de propósito. Esta práctica mental pasará en última instancia a ser tu realidad en el mundo físico. Pero hay que empezar por un esfuerzo disciplinado.
Tus pensamientos y tu alma carecen de límites, ahí tus relaciones existen sin límites. Deja de mirar afuera, y de culpar a los demas de tus malas relaciones, recuerda tambien que no tienes la culpa y que nada te limita a que puedas experimentar por ti mismo aquel fulgor que sentiste en tus relaciones cuando eras un adolescente lleno de inquietud, todo fue creado por tus pensamientos, no por tus hormonas o por las de los demás. En tu interior sabes que las únicas limitaciones que tienes en cuanto a la creación de relaciones mágicas son las que te has impuesto tú mismo. Has enseñado a todos cómo deseabas ser tratado. Si te encuentras con alguien cuyo propósito no es similar al tuyo, darás amor y seguirás adelante, confiado y con la certeza de que aparecerán personas que se encontrarán en la misma frecuencia que emites. Practica confiar en tu intuición, esa voz interior que te guía en todo, incluidas tus relaciones. Rodéate de personas que te animen a ser todo lo que eres capaz de ser, sabrás quiénes son. Si presientes que alguien no desea en realidad tenerte cerca, sigue tu intuición que te dirá lo que necesites saber. No intentes forzar a que una relación funcione, no es posible. Quizás mantengas cierto contacto, pero si tu intuición te dice que no es el momento ni la persona adecuada, dale amor y sigue adelante. Son muchos los compañeros del alma (masculinos y femeninos) que formarán relaciones espirituales contigo. No existen las casualidades, se presentarán en el momento adecuado, tú intuición te dirá quiénes son. No las apartes al menos que desees volver al sufrimiento como modo de aprender las lecciones.

Elige hoy mismo, a un amigo o conocido con quien relacionarte desde este lugar de conocimiento interior. En lugar de ser el mismo de siempre, dale a esa persona exactamente lo que crees que necesita basándote en cómo te gustaría que te trataran a ti. Da sin pensar en su reacción hacia ti y sin juzgarla. Olvida lo que dice y cómo reacciona. Lo más seguro es que hass aprendido a evaluar tus acciones basándote en el resultado de las mismas, te han enseñado a enfocarte en los resultados.
Todas tus relaciones existen en tu interior, y esa es la fuente que debes aprender a consultar si deseas vivir la dicha de la realidad mágica en tus relaciones. A cada instante, libérate de la duda que te hace pensar que no puedes tenerlas. Afirma a cada momento: “Sé que puedo tener unas relaciones dichosas”. Cuando estés a punto de caer en una actitud negativa, haz a un lado tu forma habitual de relacionarte y revisa mentalmente lo que deseas de esa relación. Una reflexión al momento nos acerca al modo en que deseamos relacionarnos con esas personas, y eso nos brinda la oportunidad de brindar amor o de quedarnos tranquilos y en silencio en lugar de ponernos agresivos. A esto se le llama aprender a través del conocimiento y no a través del sufrimiento o la duda. Cuando logres dentro de ti un conocimiento silencioso, actuarás en consecuencia. Cuando dudes de tu capacidad, prodiga amor o afecto y eliminarás la duda.
“Un individuo sigue siendo un individuo, no sólo desde el nacimiento hasta la muerte sino, en realidad, desde mucho antes del nacimiento hasta muchísimo después de la muerte, jamás perdemos nuestra individualidad, ni nuestra unidad. Cada uno de nosotros es un ser individual y cada uno de nosotros tiene cualidades individuales, cada uno de nosotros tiene talentos y dones individuales a los que no debe renunciar en el matrimonio. Por lo tanto, en un matrimonio espiritual no hay ataduras sino libertad, pero no puede decirse lo mismo del matrimonio humano. Sí es cierto en el caso del matrimonio espiritual, donde ambos aceptan dejar uno al otro en libertad al casarse. Los matrimonios apacibles tienen la capacidad de dejar al otro en libertad y vivir cada uno su propia vida individualidad, y sin embargo, comparten con el otro sin exigir, ni el marido ni la esposa tienen derechos; tienen sólo el privilegio de dar, pero no el derecho a exigir nada el uno del otro” - Joel Goldsmith (The Infinite Way)

Pasa del deseo a las intención en tus relaciones. Esto se logra afirmando de manera específica qué tipo de relación deseas crear y piensa en cual sera tu comportamiento. Recuerda, no pretendas que otra persona actúe de acuerdo con tus deseos, eso solo trae frustración. Es cierto que podemos ayudar a una persona a cambiar, pero sólo es posible cuando “el alumno está preparado”. No podemos obligar a nadie a estarlo, solo podemos hacernos responsables de nuestra preparación. Esto cabe dentro de nuestro poder. Tus acciones fluirán a partir de esta intención y verás que estás mucho más en paz con tus relaciones, sea cual sea el funcionamiento de las mismas en el mundo físico. Tu intención de tener una relación dichosa exige de ti que actúes de una manera consecuente con esa intención. Este es el secreto para hacer que tus relaciones sean mágicas. Si bien no puedes tener una intención que sustituya a la de los demás, verás a menudo que sus reacciones a este nuevo “tú” tienen como consecuencia un cambio de conducta por su parte. Estás aquí para servir y amar, pero no significa que debas ser un sirviente. Prodiga amor y deja que aquellos que siguen dañándose a sí mismos o a ti, lo hagan si es su deseo, pero te dejen a ti al margen. Esto les enseñaras lo que esperas de la relación, mas que cualquier consejo o intervención que quieras ofrecer. La gran paradoja. es que precisamente este tipo de actitud, resultado de tu intención de dejar de ser víctima, es lo ayuda a los mas renuentes a cambiar sus intenciones, pasando de la autodestrucción al autorrespeto, y en consecuencia a relaciones más afectivas, dignas y espirituales. Tus intenciones crean tu realidad, sé consciente de ellas y estarás dispuesto a ponerlas en práctica.
Abraham Maslow - “No existe el esclavo adaptado”.
Recuerda que las relaciones pacíficas y afectuosas proceden en primer lugar de tu estado mental. Tú mandas en tu mente, una vez que cuentas con este conocimiento, puedes entregarte y simplemente dejar atrás el conflicto existente en cualquiera de tus relaciones. El conflicto no puede sobrevivir sin nuestra participación. Tu decisión de no participar en el conflicto puede venir en un momento transformador, no exige años y años de lucha. El despertar esta disponible a cada instante. Si los demas deciden seguir adelante de una manera conflictiva y desafiante, limítate a “pasar” cuando la angustia llegue a ti: “No, gracias (dirás en ti interior). He decidido no seguir envuelto en ese manto de negatividad. A menos que lo que me encuentre sea amor, no permitiré que entre en mi conciencia”. De manera milagrosa, acabas de experimentar un despertar, y habras creado un milagro con sólo cambiar de idea.
Utiliza el poder de la imaginación para manifestar la realidad mágica en tus relaciones. Los pensamientos tienen un enorme poder. Liberate de las expectativas, en última instancia serán obstáculos. Suelta todos los juicios acerca de cómo deben ser los demás. Lo que estás intentado conseguir en tus relaciones y en todas las áreas de tu vida es amor incondicional. Puedes meditar todos los días para visualizar como deseas que sean tus relaciones. Imagínate actuando desde esta nueva conciencia, pide ser guiado a fin de ser una persona generosa, afectuosa y que no juzga. Revisa la forma en que deseas opinar y reaccionar ante los demás, desde este nuevo y milagroso “tú”. Practica las estrategias que veas aparecer en tus meditaciones. No hay límites a lo que puedes crear en tu mente durante tus meditaciones.

Muchas cosas de las que has leído aquí puede que te resulten difíciles al principio, ya que todos nos sentimos más cómodos evaluando la calidad de nuestras relaciones centrándonos en los demás. ¡Si ellos cambiaran (solemos pensar), nuestra relación sería perfecta!. La siguiente descripción que hace Thomas Crum en The Magic of Conflict sirve de resumen adecuado sobre este tema: “Las relaciones poderosas son aquellas en que dos individuos centrados se comprometen a amarse incondicionalmente y apoyarse mutuamente en el crecimiento hacia su pleno potencial. Ambos dan abiertamente, sin motivos egoístas y sin el deseo de encerrar la relación en una forma determinada. No hay límites cuando nos abrazamos plenamente”
Efectivamente, las fronteras desaparecen cuando nos comprometemos con los milagros. Y, sin fronteras, no hay límites que impongan hasta dónde se puede llegar en nuestras relaciones.
Ahora es tu turno: ¿Como son tus relaciones interpersonales? cuéntamelo en comentarios.
Gracias por leerme, si te ha gustado compártelo
Videos relacionados:
"Encontrarte a ti mismo, por ti mismo"
Sígueme en mis redes sociales:
Facebook:
Comments