"Positivismo Tóxico"
- Aarón Pérez
- 11 jun 2020
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 23 may

En la actualidad se ha creado una subcultura del positivismo que llega a ofrecer soluciones a los conflictos de las personas en forma de mensajes superficiales, cargados de optimismo y de estética aniñada, en los que el cambio se entiende como un simple acto racional que consiste en cubrir nuestras emociones en base a la repetición de ciertas frases o actitudes. Sus efectos puede dar resultados desempoderantes: aumentando la frustración y la ansiedad a largo plazo. Esto puede apreciarse mensajes motivacionales que decoran paredes de oficinas, cafeterías, tazas, agendas, publicaciones de Instagram e imágenes que llegan compartidas en cadena a nuestros WhatsApps. Llegamos a leer frases como "todo estará bien", "podría ser peor", "así pasa", “trabaja en ti y todo mejorará", "Sonríe", "la felicidad es una opción, elígela", "si quieres, puedes" o "tengo la libertad y el poder de crear la vida que deseo". Mensajes que instan a tomar una actitud rotundamente optimista ante la vida pero que, a poco que se rasque, se pueden llegar a identificar como simplones, que difícilmente aportan ayuda o herramientas para gestionar los problemas reales como podria ser una depresión o perder un trabajo. Estos mensajes que dicen que todo lo que te propongas lo puedes conseguir con una actitud de optimismo ante la vida, llegan a gustar muchos, llegan a ser motivacionales y de alguna forma ofrecen recetas simples a problemas que son más bien complejos. Dan una cierta sensación de empoderamiento y de que podemos reinventar nuestra vida solamente con tener cierta actitud. La perversión tras estos mensajes es el aumento de ese malestar, angustia y ansiedad de las personas y su pérdida de poder a través del control ejercido por la millonaria industria que lo empuja. La forma en que esta industria moldea a los individuos para que opongan resistencia a los sentimientos negativos y den lo mejor de sí mismos eliminando así los pensamientos derrotistas e improductivos que puedan frenar la cadena.
Por supuesto que es importante el poder encontrar lo positivo de una situación, pero muchas veces podemos caer en creer que ser positivos se trata únicamente de repetir ciertas frases cuando estamos experimentando alguna situación inesperada, y eso puede llegar a confundirnos. El simple hecho de expresar pensamientos positivos, no necesariamente te llevara a sentirte bien, pero puede conducirte por el camino de reprimir y dejar de atender tus emociones, por lo que enfocarse exclusivamente en lo positivo no es tan bueno como parece, puede ser dañino para la salud, afectar tus relaciones interpersonales e incluso puede llegar a ser “tóxico”. El proceso de positivdad toxica implica negación, minimización, invalidación y desprecio de la experiencia emocional humana. Tal y como dice el Neurocientifico Estanilao Bachrach "somos seres emocionales que aprendimos a pensar, y no seres pensantes que aprendimos a sentir". Intentar mantener una actitud positiva, despreciando nuestras emociones es algo que parte desde un racionalismo extremo, pensar que podemos tomar decisiones desde la razón.

Cuando hablo de positividad tóxica o un positivismo excesivo, rígido, me refiero a una sobregeneralización excesiva e ineficaz de un estado feliz y optimista en todas las situaciones, que no sabe adaptarse a la realidad del momento y que no reconoce todo el aspecto emocional de las personas. En ocasiones estos mensajes que se llegan a convertir en mantras e incitan a sobreponer lo positivo obviando lo negativo en una especie de pensamiento mágico en el que los problemas o malestares tienen que desaparecer y si esto no ocurre, se interpretará como un fracaso. Es por eso que pueden aparecer sentimientos de culpa o frustración. Los psicólogos Quintero y Long explican que ser siempre positivos se vuelve negativo cuando esta actitud se usa para reprimir emociones como el resentimiento, tristeza o enojo. El psicólogo Konstantin Lukin profundiza sobre este punto señalando que, al negar las emociones negativas, estas se pueden hacer más grandes y se convierte un ciclo donde van creciendo y acumulándose, ya que no son procesadas, hasta que la situación se vuelve insostenible. El Doctor en Psicología Guillermo Fouce nos recuerda que atravesar esos grises es una parte fundamental del proceso: “Hay una especie de moda o dictadura de lo positivo, pero no todas las cosas lo son. Las emociones negativas son igualmente importantes. Huimos (o se nos educa para huir) del dolor, del daño, de la tristeza, incluso si es necesario, tomando pastillas”. "Las emociones negativas también forman parte de nosotros, de nuestro desarrollo y crecimiento personal. Identificarlas y poder validarlas es la primera escala en el camino hacia la recuperación de cualquier malestar", añade la doctora Pinilla Santos.
En lo personal la represión de las emociones siempre lo comparo con una olla de presión. en la cual, si no se alivia la presión, terminara por explotar, de la misma manera, el reprimir las emociones no hace que desaparezcan, solo que se vayan acumulando, que generen presión hasta que en algún momento se puede liberar por medio de una reacción fuera de proporción. Las emociones son información, son señales que nos avisan lo que está sucediendo dentro de nosotros en ese instante, y nuestra reaccion inicial esta programada con base a la información que esta dentro de nosotros, tanto la que hemos heredado como la que hemos adquirido con nuestras experiencias, es precisamente el no reprimirla lo que nos puede permitir en principio conocernos a nosotros mismos al comprender la causa de nuestra reacción, y desde ese punto, saber hacia donde nos lleva nuestra emoción. Una persona que tiene mucha ansiedad y miedo, al ver una actitud postiva en exceso en su entorno, puede llegar a ocasionar que se aleje por verla poco accesible emocionalmente o sentir un rechazo hacia sus emociones. “Imagina tratar de tener una relación significativa con alguien que ignora la tristeza o la ansiedad”
¿Por qué es nociva la positividad tóxica?
El positivismo tóxico es algo que ya ha sido estudiado desde hace tiempo por expertos, y han podido determinar cuales son sus efectos en el bienestar, a continuación te comparto un resumen de los puntos más importantes a tener en cuenta:

1. Produce vergüenza.
El esperar que las personas siempre se encuentren bien o tengan una perspectiva positiva de todo puede alentar a los demás a quedarse callados con respecto a lo que están viviendo por vergüenza e incluso llegar a sentirse culpables por sus emociones. La vergüenza es unos de los sentimientos mas paralizantes. Además puede hacer que las personas sientan una carga y sientan que tienen que fingir que todo está bien en lugar de ser honestas, y de esta forma repriman sus emociones.
2. Reprimir emociones.
En la actualidad existen una gran cantidad de estudios sobre los efectos de reprimir las emociones "negativas". Estos estudios demuestran que negar u ocultar los sentimientos fingiendo que todo esta bien diciendo frases como "asi pasa", nos lleva a producir estrés e impedir el desarrollo de herramientas para gestionar nuestras emociones o pensamientos. Ademas las emociones reprimidas se manifestaran mas tarde en ansiedad, depresión o incluso somatizando enfermedades fisicas. Es vital para la salud poder expresar nuestras emociones, ya sea por medio de las palabras o incluso con expresiones como el llanto para lograr describir lo que estamos sintiendo y de esa forma poder regular las respuestas al estrés. Un estudio realizado en 1997 demostró que los participantes a los que se les pidió fingir estar bien después de ver vídeos perturbadores, señalaron contener mucho estrés, en comparación con aquellos que demostraban cómo se sentían. Otro efecto de reprimir las emociones es que puede llevar a las personas a crear una personalidad falsa al no querer mostrar partes de ellas mismas. En la vida hay momentos tristes, dolorosos y difíciles. Aceptarlo y permitirse sentir las emociones ayuda a verbalizarlas y sacarlas del cuerpo, contribuyendo a mantenernos sanos y sin tensiones.
Produce aislamiento
Crearse una personalidad falsa puede llevar a que se pierda la conexión con uno mismo, y con los demás. Si alguna vez has estado cerca de una persona que solo "tienen pensamientos felices"¿qué tan comodo te sientes para hablar con esa persona de emociones profundas que puedes estar experimentado? Aún cuando las intenciones de esa persona sean las mejores del mundo, al mismo tiempo inconscientemente puede estar mandando un mensaje a los demás, de que solo se permiten buenos sentimientos en su presencia. Estar polarizado en exceso en una actitud positiva puede producir que los demás nos vean como alguien inaccesible, provocando así el aislamiento. Si has visto la pelicula Intensamente de Disney Pixar, el personaje Alegría comprende al final la importancia de poder expresar emociones como la "tristeza". Polarizarse en una "actitud positiva" nos pone en riesgo de llegar a minimizar las experiencias de otras personas con frases como “todo estará bien”, “hay que ser positivos” o similares. Consolar a otro dándole perspectivas, es decir, diciendo “podría ser peor”, en lugar de validar sus emociones o experiencias y permitirles expresar. El mayor riesgo es que podriamos incluso atacar, humillar o castigar a alguien por expresar frustración, ansiedad, tristeza o cualquier cosa que no sea positividad.

¿Cómo evitar el positivismo tóxico?
No se trata de que el positivismo sea bueno o malo en si mismo, ni si debemos o no ser positivos o expresar frases que vayan en este sentido. Evitar la positividad tóxica no pasa por dejarse invadir por el negativismo, ni el pesimismo. La polarización en cualquier dirección (positvo o negativo) sería el veradero problema. Pero ser una persona que constantemente ve el lado negativo de las cosas, es algo que resulta hasta cierto punto obvio ver que no es la mejor actitud. Mi invitacion es tan solo reflexionar y cuestionarnos cuales son nuestros conceptos, que son la base de nuestros juicios. Es decir, recordemos que vivimos en un mundo dual, de opuestos; y para que una persona pueda expresar "que todo esta bien" o "que podría ser peor", tiene que partir desde una consciencia dual, es decir, la persona tiene que tener un concepto de lo que es "estar bien" y su opuesto "estar mal". Toda experiencia te genera emociones, pero estas no están determinadas por la experiencia, el filtro que determina tu emoción es tu consciencia, y si esta es dual, entonces tienes que hacer una comparación entre ambos conceptos, y con base en ese juicio, estarás determinando la emoción que experimentaras. Este proceso se lleva a cabo tan rápido en la biología, que no somos conscientes que para cuando somos conscientes de nuestra emoción, todo este proceso ya se ha llevado a cabo. Somos conscientes de lo que sentimos y pensamos una vez que esta, ya ha ocurrido. ¿Que sentido tiene el intentar controlar lo que sentimos y pensamos?

Es importante aceptar las emociones como información o una guía, y dejar de pensar que existen emociones positivas y negativas, ya que implica un rechazo automático. Aceptar nuestras emociones y permitirnos sentirlas es precisamente lo que nos ayudará a poder gestionarlas y de esta forma disminuir su intensidad. Además nos brinda la posibilidad de poder ser más abiertos con las personas en nuestro entorno. Hablar de cómo nos sentimos, en lugar de siempre pretender que todo está bien nos ayuda a transmitir información a otras personas, por ejemplo, si en estos momentos por la cuarentena nos sentimos nerviosos, hablarlo con otra persona puede ayudarnos a encontrar confort o apoyo, en lugar de rechazo. Ser positivos no es malo, es bueno tratar de ver siempre el lado positivo de las cosas, pero es igual de importante reconocer nuestros pensamientos y emociones negativas, esto nos brindara la posibilidad de comprender lo que quieren transmitirnos. Dejar de intentar ser siempre positivos y aprender a gestionar nuestras emociones es el camino para conocerse uno mismo, y por lo tanto a los demas también.
Las cosas no están ni bien ni mal, creando esa dualidad habrá una parte de la vida que no aceptaras y no amaras, pero esa parte no esta en tu exterior, esta en tu interior, esta en tu mente, en tus conceptos. Las cosas solo están como están, pregúntate que estas haciendo hoy para que mañana estén de otra manera, pero no lo hagas con la intención de que esten mejor, por que seguirás en la trampa de que pueden estar peor. Tomar consciencia no es acerca de si haces o no pensamientos positivos, se trata de ser consciente de ellos y de las actitudes que generan en ti. Si crees que los pensamientos positivos por el solo hecho de repetirlos cambiaran algo, entonces estas perdiendo el tiempo, es darle vueltas a la noria. Para ayudar a alguien que está pasando un mal momento, en vez de compartir mensajes prefabricados, lo mejor es apostar por la escucha y la empatía: “Validar el sufrimiento de la otra persona y ofrecer un clima de comprensión y acompañamiento; esto ya produce un gran efecto de alivio”
Ahora es tu turno: ¿Que opinas del positivismo? cuéntamelo en comentarios.
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