Tres caminos hacia la iluminación
- Aarón Pérez
- 26 feb 2021
- 4 Min. de lectura
“No hay que ordenar el mundo, porque el mundo es la encarnación del orden. Somos nosotros quienes debemos ponernos al unísono con ese orden” - Heriry Miller

Si miramos en retrospectiva nuestra vida, es posible que podamos observar cada uno de los momentos de nuestra vida han sido necesarios y perfectos para llegar hasta aquí. Aún cuando cada paso parecía ser un obstáculo, cada paso nos llevaba a un lugar más elevado. Si analizas a todas las personas que consideras que son realmente felices, en sus palabras probablemente puedes confirmar que no existen los accidentes y las casualidades. Ven la vida con propósito, incluyendo los accidentes. Todos coinciden de alguna forma en que toda experiencia de nuestra vida nos conduce a un lugar más elevado. Si algo puede ayudarte a comprender lo anterior es el imaginar la vida como un viaje con tres caminos ascendentes.
1. Iluminación a través del sufrimiento.

El primer camino es el del aprendizaje a través del sufrimiento, en el que llega un momento en que te preguntas ¿Por qué a mí? cuando ocurre algo doloroso o difícil. Pasas muchos momentos sufriendo y preguntando cómo pudo haberte pasado algo así. Con el paso del tiempo, te recuperas y entonces eres capaz de volver la mirada hacia atrás y decir: “Ahora sé por qué tuve que pasar por esa ruptura”. Miras hacia atrás y aprecias como el sufrimiento es lo que te ha permitido avanzar. Puedes ver que tenías que pasar por todo eso para poder trascender el dolor. El patrón de crecimiento que experimentan muchas personas es el siguiente: ocurren acontecimientos, el sufrimiento hace su aparición y a continuación surge la luz. Esto aplica para prácticamente para todas las áreas de tu vida: adicciones, bancarrotas, enfermedades, vacío espiritual, despidos de trabajo, problemas fiscales, etc. La experiencia consiste en aprender a través de la visión retrospectiva, repitiendo una y otra vez este patrón de sufrimiento. Algunas personas nunca salen de este ciclo durante su vida, nunca abandonan este primer camino y nunca llegan a experimentar el estadio superior de iluminación. Pasan la vida literalmente sufriendo, y después de mucho camino, pueden reconocer que todo acontecimiento era necesario y que formaba parte de una prueba. Es como si la vida nos pusiera exámenes, y que si no aprendemos de nuestros errores, estamos condenados a repetirlos. Para las personas de esta categoría, la realidad mágica es inalcanzable.
2. Iluminación a través de los resultados.

Si llegas a reconocer en el primer camino un patrón existente en tu propia vida, es muy probable que hayas pasado del sufrimiento como medio de aprendizaje a la “iluminación a través de los resultados”. En este nivel, dejas de preguntarte: ¿Por qué a mí? y desarrollar un conocimiento que te dice: “No existen los accidentes, toda experiencia es necesaria en algún modo para que puedas avanzar y pasar a la siguiente etapa”. Te preguntas: “¿Qué puedo utilizar en esta experiencia para mi beneficio, aún cuando no seas capaz de comprender en ese momento por que te sucede? Este es un cambio de gran importancia. Cuando la mente se concentra en que es posible aprender de una experiencia, ya no se regodea en pensamientos que te conducen al sufrimiento como: “¿Por qué a mí?”, “¡Qué espantoso!” o “¡Qué mala suerte tengo!”. El cambio que se produce en la mente es lo que nos permite contemplar el resultado del acontecimiento o experiencia y lo que se puede aprender de él. En lugar de compadecerte, adoptas una actitud más positiva. Te preguntas: “¿Cómo puedo crear el resultado que deseo a través de esta enfermedad que estoy sufriendo en estos momentos?”», o bien: “¿Qué puedo aprender acerca de mí mismo y cuánta fuerza puedo reunir para hacer frente de manera eficaz a este problema?”. Muchas personas se pasan la vida entera recorriendo este segundo camino. Solamente logran superar el sufrimiento como estilo de vida. Son personas que tienen objetivos, concentrados trabajando de manera asidua; logran ver los obstáculos como una oportunidad. Vivir para los resultados es muy superior a vivir el sufrimiento. Le da sentido a la vida y nos mantiene motivados, y nos fijamos metas cada vez más elevadas. Se elimina prácticamente el dolor que nace de la autocompasión. Para muchas personas que viven su vida para los resultados, no existe lugar superior. Están centradas en los resultados y, cuando los logran, buscan resultados nuevos y más grandes. Sin embargo, a sus vidas les falta la posibilidad de experimentar la realidad mágica y la capacidad para hacer que se produzcan milagros. Para ello hay que pasar al tercer camino de este viaje metafórico.
3. Iluminación a través del propósito.
“Nada puede ayudar más a una persona a superar o soportar los pesares que la conciencia de tener una tarea en la vida” - Victor Frankl

Aprender que tienes una misión heroica (metafóricamente) y ponerte a la altura de esa misión es el tercer camino para que comiences a introducirte a una realidad mágica en tu vida. Todo en el universo tiene un propósito. La inteligencia invisible que fluye a través de todo con un fin determinado fluye también a través de ti. A fin de experimentar la realidad mágica es necesario efectuar un cambio espectacular y pasar de los resultados a los propósitos. Se empieza a lograr esto viendo nuestra presencia aquí desde una nueva perspectiva. Prueba brevemente este nuevo modo de pensar acerca de ti mismo y ve si tiene sentido y si te parece adecuado. Si te parece absurdo y no crees que vaya a ser adecuado para ti, vuelve a los resultados o al aprendizaje a través del sufrimiento.
"Encontrarte a ti mismo, por ti mismo"
Sígueme en mis redes sociales:
Facebook:
Gestión emocional - Aarón Pérez: https://www.facebook.com/AaronPerezCoach/
Viviendo un Curso de Milagros - Aarón Pérez: https://www.facebook.com/UCDMAaronPerez/
Podcast Despertar Consciente: https://anchor.fm/aaronperez
Twitter: https://twitter.com/APerezS78
Whatsapp: https://wa.me/521833385769191
Comentários