Sólo los inseguros ansían la seguridad

Aarón Pérez
11 dic 2020
5 Min. de lectura

“La experiencia más hermosa es la de lo misterioso. Ésa es la verdadera fuente de todo arte y toda ciencia” - Albert Einstein (Articulo Forum: "Lo que yo creo", octubre 1930)

Aquellos que se arriesgan a explorar son muchas veces considerados como temerarios, porque la gran mayoría relaciona lo desconocido con peligro. Existe la idea generalizada de que el propósito de la vida es ir siempre a lo seguro y saber siempre a dónde se va. De pequeños llegan a decirnos que tenemos que estar preparados. Pero ¿cómo puedes prepararte para lo desconocido? Obviamente no es posible, por lo tanto lo mejor es evitarlo y así nunca terminarás sorprendido o frustrado. Ve a lo seguro, no corras riesgos, sigue los caminos trazados en el mapa, aunque sea aburrido. Tal vez actualmente eres un experto en seguridad, evitas todo lo desconocido en aras de saber siempre dónde vas y qué puedes esperar al llegar ahí. Suelen entrenarnos desde muy temprana edad para que seamos cautelosos estimulando la prudencia y la precaución a expensas de la curiosidad y de la aventura. Evitamos la duda y permanecemos en áreas seguras; no nos aventuramos jamás a lo desconocido. Todos estos mensajes tempranos llegan a convertirse en barreras psicológicas que entorpecen de mil formas tu realización personal y tu felicidad en los momentos presentes.

Tal vez, a estas alturas de tu vida, estás aburrido(a) de tanta seguridad, de saber con toda seguridad cómo será cada día de tu vida antes de que lo vivas. Es imposible crecer si sabes las contestaciones antes de que siquiera te hayan hecho las preguntas. Durante nuestra vida, escuchamos los mensajes culturales de la seguridad. Comienzan en la familia y continúan en la escuela. De niños aprendemos a evitar todo lo que sea experimentación y nuestro entorno nos apoya haciendo todo para ayudarnos a evitar lo desconocido. “No te pierdas”, “Conoce las respuestas apropiadas”, “Quédate con la gente como tú”. Si te aferras a este tipo de pensamientos que incentivan la seguridad, piensa si tal vez ha llegado el momento de liberarte de ellos. Libérate de toda idea que te lleva a creer que no puedes intentar nuevas y dudosas maneras de comportarte. Si eliges hacerlo, empieza por comprender los reflejos condicionados que te sirven para evitar nuevas experiencias.

Apertura a lo desconocido

Si crees en ti mismo, seguro no existe nada que esté fuera de tus posibilidades. La vida tiene una infinidad de experiencias, y basta con que decidas aventurarte para que puedas disfrutarlas. Algunos de los considerados genios como: Benjamín Franklin, Ludwing van Beethoven, Leonardo da Vinci, Albert Einstein, Galileo, Bertrand Russell, George Bernard Shaw o Winston Churchill eran personas espectacularmente eficientes y positivas durante su vida. No eran personas que sólo podían hacer bien una cosa o de los que evitaran lo desconocido. Fueron pioneros al aventurarse en nuevos e inciertos caminos. Lo único que los hace diferentes al resto es que estaban dispuestos a atravesar áreas donde los demás no se atrevían a poner el pie. Puedes decidir seguir haciendo las mismas cosas, de la misma manera hasta que te entierren, o mirarte a ti mismo con otros ojos y abrirte a nuevas experiencias que nunca llegaste a pensar que podrían estar dentro de tus posibilidades.

El abrirte a nuevas experiencias implica abandonar la falsa seguridad que nos brinda nuestra zona de confort, es el único camino para un cambio verdadero. Uno de los tantos mitos, es la creencia de que somos frágiles, en especial cuando entramos en áreas en las que nunca hemos estado. Eres mucho más fuerte de lo que crees, no te vas a desmoronar o deshacer si te encuentras con algo nuevo. De hecho es más probable que tengas mas posibilidades de evitar colapsos psicológicos si eliminas parte de la rutina cotidiana de tu vida. El aburrimiento es debilitante y malsano psicológicamente. Una vez que pierdes el interés por la vida no será difícil quebrantarte. No sufrirás ese mitológico colapso nervioso si le agregas a tu vida el condimento de la incertidumbre. Evita la mentalidad de evitar todo aquello que se sale de lo común, eso solo te lleva a inhibir tu disponibilidad a las nuevas experiencias.

Quizá eres de los que argumentan que siempre hay que tener una buena razón para hacer algo; de otra forma ¿qué sentido tiene hacerlo? La realidad es que puedes hacer cualquier cosa simplemente porque quieres hacerla y no es necesario que tengas otros motivos o razones, y tampoco es necesario justificarlo. Buscar motivos para todo te aleja de las experiencias nuevas y estimulantes. Cuando eras niño, podías jugar o hacer una excursión por el bosque simplemente porque querías hacerlo. Pero ahora que eres una persona adulta sientes que debes de tener una buena razón para hacer las cosas. Esta pasión por las razones evita que te abras y que crezcas. Qué libertad da el saber que no tienes que justificarte ante nadie, ni ante ti mismo, nunca más. Puedes hacer cualquier cosa que quieras hacer porque lo deseas y por ningún otro motivo. Esta manera de pensar te abrirá nuevas perspectivas de experiencia y te ayudará a eliminar el miedo a lo desconocido que puede ser la actitud que hayas adoptado hasta ahora como estilo de vida.

Rigidez Vs Espontaneidad

¿Qué tan espontáneo eres? ¿Te abres a experiencias nuevas o te aferras con rigidez a tu comportamiento habitual? Probar algo nuevo sin que lo hayas planeado, simplemente por el gusto de probar algo que puedes llegar a disfrutar. Incluso puedes descubrir que no es algo que disfrutas haciéndolo, pero el hecho de abrirte a probarlo es algo que has disfrutado.

Es muy probable que algunas personas de tu entorno, acostumbrados a verte actuar de forma segura, y al tener un cambio de actitud, te ataquen diciendo algunas cosas como que eres irresponsable o imprudente, pero, ¿qué importa la opinión de los demás si lo estás pasando maravillosamente bien descubriendo lo desconocido? Otras personas suelen sentir que es muy difícil ser espontáneo por ocupar puestos importantes. Viven de forma rígida sin fijarse en lo absurdas que son muchas de las normas que respetan ciegamente. Las personas que siempre dicen sí a todo, no son espontáneas. Sienten un miedo a lo desconocido y prefieren hacer lo que les dicen. Nunca discuten lo que se les dice sino que más bien se aplican con rigidez a hacer lo que se espera de ellos. La gente rígida difícilmente crece. Tienen la tendencia de volver a hacer las cosas de la misma manera que las han hecho siempre. Un maestro que lleva 30 años dando clases Ha estado enseñando durante treinta años o ha estado enseñando un año treinta veces?". ¿has vivido 10.000 días (o más), o has vivido un día 10.000 o más veces? Ésta es una buena pregunta que te puedes hacer antes de comenzar tu día.

Los prejuicios son la base para la rigidez. Por medio de estos es que interpretamos que es más fácil y más seguro quedarse con lo conocido, y es que da la impresión que los prejuicios trabajan a nuestro favor al mantenernos alejados de gente, cosas e ideas desconocidas, cuando nos parecen potencialmente perturbadoras. La realidad es que trabajan en nuestra contra al evitar que exploremos lo desconocido. Ser espontáneo quiere decir que no permites que tus prejuicios te condicionen, y te permite conocer y tratar con gente e ideas nuevas. Ciertamente los prejuicios son válvulas de seguridad que sirven para evitar regiones oscuras o dudosas, pero si te condicionan pueden anular el crecimiento. Si no confías en nadie que no te sea completamente familiar, es porque no tienes confianza en ti mismo cuando andas en terreno desconocido.

Imagínate cómo hubieran sido las cosas si los grandes exploradores y los grandes inventores del pasado hubieran tenido miedo a lo desconocido. Lo desconocido es el lugar donde se produce el crecimiento. Tanto para la civilización como para el individuo.