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El día del señor, ¿Sábado o Domingo?


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¿Es la Voluntad de Dios descansar un día en especial, hacer rituales, rezos y condenar a los que no lo hacen? A lo largo de la historia este ha sido debate que ha generado separación entre las personas debido a las creencias religiosas. Estrictamente desde un punto de vista religioso o espiritualista así debe de ser, porque es el dogma que han creado. Pero desde un punto de vista Espiritual puede afirmarse que la voluntad de Dios ciertamente pide que dediquemos un día a él, pero este no es ni el sábado ni el domingo. Guardar un día en especial implica por principio caer en el especialismo, es decir, hacer un día especial, con guías especiales (pastores, curas, sacerdotes, etc), con gente especial haciendo cosas especiales, es el camino directo a la idolatría, todo eso promueve la separación lo cual va totalmente en contra de la Voluntad de Dios. Además implica la creencia en el tiempo, pero Dios es eterno, y por lo tanto el tiempo no existe, tal vez te preguntes: ¿Cómo es que Dios pide en la Biblia que descansemos el día Sábado Revisemos el siguienre pasaje de la Biblia.

Mateo 12

  1. en ese tiempo, Jesús pasó por los sembradíos en sábado. Sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer.

  2. 2 y al verlo los fariseos, le dijeron: Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el sábado.

  3. él les dijo: ¿No habéis leído qué hizo David cuando tuvo hambre él y los que estaban con él;

  4. cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la presencia, cosa que no les era lícito comer ni a él ni a los que estaban con él, sino sólo a los sacerdotes?

  5. ¿Tampoco habéis leído en la ley que en los sábados los sacerdotes en el templo profanan el sábado y quedan sin culpa?

  6. pero os digo que uno mayor que el templo está aquí.

  7. si hubierais conocido qué significa misericordia quiero y no sacrificio, no habríais condenado a los que no tienen culpa.

  8. porque el hijo del hombre es señor del sábado.

  9. partió de allí y fue a la sinagoga de ellos.

  10. y he aquí había un hombre que tenía la mano paralizada; y para acusar a Jesús, le preguntaron diciendo: ¿Es lícito sanar en sábado?

  11. pero él les dijo: ¿Qué hombre hay entre vosotros que tenga una oveja, que si ésta cae en un pozo en sábado, no le echará mano y la sacará?

  12. pues, ¡Cuánto más vale un hombre que una oveja! De manera que es licito hacer bien en sábado

  13. entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. El la extendió, y su mano fue restaurada sana como la otra.

  14. pero saliendo los fariseos, tomaron consejo contra él, cómo destruirlo

  15. como Jesús lo supo, se apartó de allí. Le siguió mucha gente, y a todos los sanó.

  16. y les mandó rigurosamente que no lo dieran a conocer,

  17. para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, que dijo:

  18. he aquí mi siervo, a quien he escogido; mi amado, en quien se complace mi alma. Pondré mi espíritu sobre él, y anunciará juicio a las naciones.

¿El Sabbat se refiere un día específico de la semana (sábado)?

La palabra sábado viene de la palabra hebrea בתש (Sabbath). Su sentido original es descanso, y no un nombre del día de la semana, que es lo que entendemos actualmente. En términos cronológicos, la cultura católica considera el domingo como el “día del señor”. En la cultura anglosajona el sábado es Saturday o día de Saturno, lo cual tiene también relación con la cultura hebrea pues los antiguos hebreos consideraban al planeta Saturno “Planeta Santo” y lo llamaban Sabaoth

¿Cómo surgen los días de la semana?

Para conocer el origen de los días de la semana tenemos que remontarnos a la antigua cultura romana. Tuvieron la idea de dedicar cada uno de los siete días de la semana a sus siete “dioses visibles” en el cielo: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.

  • Lunes: dies Lūnae (día de la Luna en honor a la diosa Luna).

  • Martes: dies Martis (día de Marte en honor al dios de la guerra)

  • Miércoles: dies Mercuriī (día de Mercurio en honor al dios del comercio).

  • Jueves: dies Jovis (día de Júpiter en honor al dios de dioses).

  • Viernes: dies Veneris (día de Venus en honor a la diosa venus).

  • Sábado: dies Saturnī –> Sabbătum (día de Saturno, en honor al dios de la agricultura).

  • Domingo: dies Sōlis –> dies Dominĭcus (día del Sol –> en honor al dios sol).


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En la cultura anglosajona tenemos tres días coincidentes con la cultura romana: el sábado, domingo y lunes. Pero ¿qué ocurre con el martes, miércoles, jueves y viernes? Estos días no derivan de la mitología romana, sino de la nórdica. Si te preguntan por el dios nórdico más famoso, ¿qué responderias? la mayor parte tal vez dirian "Thor", el resto seguramente respondería "Odín".

  • Lunes: Moon`s Day (Monday) (día de la Luna en honor a la diosa Luna).

  • Martes: Tyr`s Day (Tuesday) (en honor al dios de la guerra).

  • Miércoles: Wotan`s Day (Wednesday) (en honor al dios Wotan padre de Thor, también conocido como Odin)

  • Jueves: Thor`s Day (Thursday) (en honor al dios del trueno Thor).

  • Viernes: Friggs’s Day (Friday) (en honor a Frigg la esposa de Odin (Wotan), también conocida como Fjörgyn ).

  • Sábado: Saturn`s Day (Saturday) –> (día de Saturno, en honor al dios de la agricultura).

  • Domingo: Sun`s Day (Sunday) –> dies Dominĭcus (día del Sol –> en honor al dios sol).

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La raíz latina original de los nombres perduró en cinco de los siete días, a excepción del sábado y el domingo, que sufrieron un giro etimológico por influencia de la religión. Aunque en algunas culturas, y tras la entrada del cristianismo, pasó a hacer referencia al día hebreo del Sabbat. Algo parecido sucede con el Domingo, ya que originalmente el nombre fue dedicado al dios Sol, 'Solis Dies'. El nombre se cristianizó pasándose a llamar 'Domenicos Dies', el día de Dios, o día Del Señor.

La palabra día en la Biblia

La palabra hebrea Yom traducida al español como “día”, tiene diferentes acepciones, ( םוי ), "luz del día; día; tiempo; momento; año; era". Hablando en cuanto a los textos bíblicos, el estudio del contexto nos indica que esto es así. El relato bíblico distribuye las acciones creadoras de Dios en el marco de una semana, con seis días de trabajo y uno de descanso. El día es una unidad de tiempo equivalente a veinticuatro horas, que a través de la historia se ha medido de diferentes maneras: de mañana a mañana por los caldeos, de puesta a puesta de sol por los hebreos y griegos. Actualmente es común medirlo de medianoche a medianoche. Es importante señalar que en el origen de la tierra los días (día + noche) no transcurrían en periodos de 24 horas.

Ken Ham en “Answers in Genesis” (Preguntas en Génesis) escribió un buen artículo acerca de esto. “La palabra hebrea yom es usada 2301 veces en el Antiguo Testamento. Aparte de Génesis 1, yom + números ordinales (es usada 410 veces). Las palabras "tarde" y "mañana" juntas (38 veces). Yom + "tarde" y "mañana" juntas (38 veces). Yom + "tarde" o "mañana" (23 veces). Yom + "noche" (52 veces) siempre indica un día ordinario". ¿Son períodos de 24 horas, o algo más? Podemos determinarlo examinando el contexto en el que encontramos la palabra y comparar su contexto con la manera en que vemos su uso en otras partes de la Escritura. Al hacer esto, permitimos que la Escritura se interprete a sí misma.

Es importante señalar que la interpretación de que yom se refiera a periodos de 24 horas es subjetiva, esta se hace contemplando el hecho de que el día se mide en 24 horas, pero dentro de este periodo las horas de luz y oscuridad no están distribuidas en periodos de 12 horas. Por lo tanto, en los textos bíblicos cuando se refiera a un día como un periodo de luz y oscuridad este no necesariamente se refiere a un periodo de 24 horas aunque para fines prácticos se tome así.

La palabra Yom (día) y algunas de sus acepciones.

La primera vez que se usa yom en la Biblia es en Génesis 1:5 "Dios llamó a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y fue la mañana del primer día". Esto presenta uno de los debates más grandes en torno al vocablo, a saber, cuánto duraron los días de la creación. Tal vez las explicaciones más frecuentes son: que estos días duraron 24 horas, por tiempo indefinido (o sea, edades o eras), o son categorías lógicas más bien que temporales (es decir que expresan categorías teológicas en lugar de períodos).

Compárese Génesis 2:4 "Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día [beyom] que el Señor Dios hizo la tierra y los cielos" (LBA). En este pasaje, "día" se refiere a todo el período que abarca los seis días de la creación. El término representa el período diurno de "luz" en contraste con la oscuridad de la noche: "Mientras la tierra permanezca, la siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche, nunca cesarán" (Génesis 8:22 LBA). La Ley judía establecía seis días laborales y el séptimo como día de reposo. Esta disposición recordaba que Dios terminó su obra el séptimo día y lo bendijo (Génesis 2.2, 3; cf. Éxodo 12.14, 16; 20.8-11). Sin embargo, son múltiples los usos figurados de la palabta “día”.

El vocablo denota un período de veinticuatro horas: "Sucedió que ella insistía a José día tras día" (Génesis 39:10 RVA). Denota un acontecimiento único o implica las características de determinado tiempo. Se usa tanto en singular como en plural, por ejemplo, “el día de Jesucristo” (Flp 1.6, 10; 2.16), “el día de Jehová” (Mal 4.5), “el día de salvación” (Is 49.8), “los días de Noé” (Mt 24.37), “los días del Hijo del Hombre” (Lc 17.26), “todos los días”, como expresión de siempre (Mt 28.20), etc. Finalmente, en plural, el vocablo puede significar un "año": "Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año [yamém]" (Exo_13:10). Otro matiz se encuentra en Gen_2:17, donde el término representa un "punto en el tiempo" o un "momento" preciso: "Pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás" (RVA).

Yom también puede significar un período indefinido: "Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación" (Gen_2:3). En este versículo, "día" se refiere a todo el período del descanso de Dios desde la creación del universo. El "día" comenzó después de que Él completara los actos de creación del séptimo día y se extiende a lo menos hasta el regreso de Cristo. En ocasiones, solamente se denomina “día” al tiempo de luz (Gn 1.5, 16, 18). Jesús lo mencionó en este sentido (Jn 11.9). Así establece, además, el contraste con la noche (Is 27.3; Mc 5.5; Lc 18.7; 1 Ti 5.5). Los creyentes en Cristo son llamados “hijos del día”, porque su naturaleza es opuesta a la de los hijos de las tinieblas (1 Ts 5.5-8). Jesús llamó día al tiempo en que podría trabajar (Jn 9.4). Según Pablo, la NOCHE es el tiempo actual mientras vivimos en espera del día cuando Cristo se manifestará (Ro 13.11-13). Nuestro deber como cristianos, exhorta el apóstol, es andar como de día (Ro 13.13).

En el Antiguo Testamento, “día” se asocia a acontecimientos que constituyen una visitación especial de Dios. El día de Jehová (o del Señor) es de juicio nacional o individual, sobre su pueblo o sobre los pueblos paganos (Is 2.12; 13.9; Sof 1.14-18). Es el día de la ira de Dios (Jl 2.31; Mal 4.5; cf. Is 13.13; 66.15; Sof 2.2). En el Nuevo Testamento, el día final especialmente alude a la Segunda Venida de Cristo (Mt 10.15; Jn 6.3, 9; 1 Ts 5.4). Este día será, como en el Antiguo Testamento, de juicio, salvación y exaltación divinos. La expresión “en los últimos días” parece abarcar todo el tiempo desde el sacrificio de la cruz hasta la Segunda Venida de Cristo. Pedro reconoce el Pentecostés como manifestación de estos días (Hch 2.17), y el autor de hebreos afirma que en ellos Dios se ha revelado por medio del Hijo (Heb 1.2). Sin embargo, “en los postreros días vendrán tiempos peligrosos” y el juicio estará cercano (2 Ti 3.1; 2 P 3.3). Cristo se refirió a estos días como el tiempo de la GRAN TRIBULACIÓN que se relaciona con su segundo advenimiento (Mt 24.19-22; cf. Mc 13.5-23), cuya fecha es el gran secreto del Padre (Mt 24.36; Mc 13.32).

Yom adquiere otros matices particulares cuando se usa con diversas preposiciones. En primer lugar, cuando va acompañado de ke ("como"), puede denotar el término "primero": "Y Jacob respondió: Véndeme primero tu primogenitura" (Gen_25:31 RVA). También puede significar "un día" o "un día cualquiera": "Aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí" (Gen_39:11). José usa el término indicando el "resultado de una acción": "Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó para bien, para hacer lo que vemos [ literalmente, "como están las cosas" ] hoy: mantener con vida a un pueblo numeroso (Gen_50:20 RVA). Adonías se valió de esta misma expresión para expresar el sentido de "hoy": "Júreme hoy el rey Salomón que no matará a espada a su siervo" (1Ki_1:51 RVR).

Otro matiz más aparece en 1Sa_9:13 "Subid, pues, ahora, porque ahora le hallaréis". Cuando va acompañado del artículo definido ha, el nombre puede significar "hoy" (como en el caso de Gen_4:14) o bien referirse a un día en particular (1Sa_1:4) o indicar "durante el día" (Neh_4:16). El "día del Señor" denota tanto el fin de una edad (en sentido escatológico), como algún acontecimiento (no escatológico) durante la era presente. Puede ser un día de juicio o de bendición, o ambas a la vez (cf. Isa_2). Cabe mencionar que mientras el pueblo hebreo no tenía dividido el día en horas, dividía la noche en tres vigilias (Exo_14:24; Jdg_7:19).


Tal como mencione anteriormente, el guardar de una manera especial un día en especial (sábado o domingo), implica especialismo, el pensamiento de separación, y la creencia en el tiempo entre otras cosas de las cuales un curso de milagros a través de sus páginas nos lleva a la comprensión y/o la reinterpretación de la Biblia para obtener el conocimiento de acuerdo al mensaje de Jesús.

El Día del señor en la visión de un curso de milagros

  • La Biblia afirma repetidamente que debes alabar a Dios. Esto no quiere decir que debas decirle cuán maravilloso es. Dios no tiene un ego con el que aceptar tal alabanza, ni percepción con qué juzgarla. Pero a menos que desempeñes el papel que te corresponde en la creación, Su gozo no será total porque el tuyo no lo es. Y Él ciertamente sabe esto. (T-4.VII.6:1-5)

  • Son muchos los que se han pasado toda una vida preparándose y ciertamente han tenido sus momentos de éxito. Este curso no pretende enseñar más de lo que ellos aprendieron en el tiempo, pero sí se propone ahorrar tiempo. Tal vez estés tratando de seguir un camino muy largo hacia el objetivo que has aceptado. Es extremadamente difícil alcanzar la Expiación luchando contra el pecado. Son muchos los esfuerzos que se llevan a cabo tratando de hacer santo aquello que se odia y se aborrece. No es necesario tampoco que dediques toda tu vida a la contemplación, ni que te pases largos períodos de tiempo meditando con objeto de romper tu atadura al cuerpo. Todos esos intentos tendrán éxito a la larga debido a su propósito. Pero los medios son tediosos y requieren mucho tiempo, pues todos ven la liberación de la condición actual de insuficiencia y falta de valor en el futuro. (T-18.VII.4:4-11)

  • Tu camino será diferente, no en cuanto a su propósito, sino en cuanto a los medios. (T-18.VII.5)

  • Cuando la paz llega por fin a los que luchan contra la tentación y batallan para no sucumbir al pecado; cuando la luz llega por fin a la mente que se ha dedicado a la contemplación; o cuando finalmente alguien alcanza la meta, ese momento siempre viene acompañado de este feliz descubrimiento: "No tengo que hacer nada". (T-18.VII.5:7)

  • "No tengo que hacer nada" es una declaración de fidelidad y de una lealtad verdaderamente inquebrantable. Créelo, aunque sólo sea por un instante, y lograrás más que con un siglo de contemplación o de lucha contra la tentación. (T-18.VII.6:7-8)

  • “Nadie viene al Padre sino por mí" no significa que yo esté en modo alguno separado de ti o que sea diferente, excepto en el tiempo, y el tiempo no existe realmente. (T-1.II.4:1)

  • En última instancia, ni el espacio ni el tiempo tienen ningún sentido. ambos son meramente creencias. (T-1.VI.3:5-6)

  • Antes de la separación los actos eran innecesarios porque no existía la creencia en el tiempo ni en el espacio. (T-2.II.4:4)

  • En el tiempo existimos unos con otros y unos para otros. la eternidad coexistimos con Dios. (T-2.V-A.17:6-7)

  • Las demoras pertenecen al ámbito del ego porque el tiempo es un concepto suyo. 2 en la eternidad, tanto el tiempo como las demoras carecen de sentido. (T-5.III.5:1-2)

  • He subrayado repetidamente que uno de los niveles de la mente no es comprensible para el otro. Lo mismo ocurre con el ego y el Espíritu Santo, con el tiempo y la eternidad. La eternidad es una idea de Dios, por lo tanto, el Espíritu Santo la comprende perfectamente. El tiempo es una creencia del ego, por lo tanto, la mente inferior -el dominio del ego- la acepta sin reservas. El único aspecto del tiempo que es eterno es el ahora. (T-5.III.6:1-5)

  • En la eternidad las demoras no importan, pero en el tiempo son ciertamente trágicas. Has elegido estar en el tiempo en vez de en la eternidad, y, por consiguiente, crees estar en el tiempo. Sin embargo, tu elección es a la vez libre y modificable. No te corresponde estar en el tiempo. Te corresponde estar únicamente en la eternidad, donde Dios Mismo te ubicó para siempre. (T-5.VI.1:3-7)

  • Nada externo a ti puede hacerte temer o amar porque no hay nada externo a ti. Tanto el tiempo como la eternidad se encuentran en tu mente, y estarán en conflicto hasta que percibas el tiempo exclusivamente como un medio para recuperar la eternidad. No podrás hacer esto mientras sigas creyendo que la causa de todo lo que te ocurre se encuentra en factores externos a ti. Tienes que aprender que el tiempo sólo existe para que hagas uso de él, y que nada en el mundo puede eximirte de esa responsabilidad. (T-10.I.1:4)

  • No hay ningún camino que recorrer ni tiempo en el que hacerlo. Dios no espera a Su Hijo en el tiempo ya que jamás ha estado dispuesto a estar sin él. Y por lo tanto, así ha sido siempre. (T-13.I.7:3-5)

  • El presente existe desde antes de que el tiempo diese comienzo y seguirá existiendo una vez que éste haya cesado. En el presente se encuentra todas las cosas que son eternas, las cuales son una. La continuidad de esas cosas es intemporal y su comunicación jamás puede interrumpirse, pues no están separadas por el pasado. Sólo el pasado puede producir separación, pero el pasado no está en ninguna parte. (T-13.VI.6:5-8)

  • Hemos hablado ya de la caída o separación, más su significado tiene que comprenderse claramente. La separación es un sistema de pensamiento que, si bien es bastante real en el tiempo, en la eternidad no lo es en absoluto. Para el creyente todas sus creencias son ciertas. En el jardín simbólico se "prohibió" la fruta de un solo árbol. Más Dios no pudo haberla prohibido, o, de lo contrario, nadie la habría podido comer. Si Dios conoce a Sus Hijos, y yo te aseguro que los conoce, ¿cómo iba a ponerles en una situación en la que su propia destrucción fuese posible? AI "árbol prohibido" se le llamó "el árbol del conocimiento". Sin embargo, Dios creó el conocimiento y se lo otorgó libremente a todas Sus creaciones. Este simbolismo se ha interpretado de muchas maneras, pero puedes estar seguro de que cualquier interpretación que conciba a Dios o a Sus creaciones como capaces de destruir Su Propio propósito es errónea. (T-3.VII.3:1-9)

  • Comer de la fruta del árbol del conocimiento es una expresión que simboliza la usurpación de la capacidad de auto-crearse. (T-3.VII.4:1)

  • El deseo de ser especial es el gran dictador de las decisiones erróneas. He aquí la gran ilusión de lo que tú eres y de lo que tú hermano es. Y he aquí también lo que hace que se ame al cuerpo y se le considere algo que vale la pena conservar. Ser especial es una postura que requiere defensa. Las ilusiones la pueden atacar y es indudable que lo hacen. Pues aquello en lo que tu hermano se tiene que convertir para que tú puedas seguir siendo especial es una ilusión. Hay que atacar a aquel que es "peor" que tú, de forma que tu especialismo * pueda perpetuarse a costa de su derrota (T-24.I.5:1-8)

  • Hacer comparaciones es necesariamente un mecanismo del ego, pues el amor nunca las hace. Creerse especial siempre conlleva hacer comparaciones. Pues se establece al ver una falta en otro; y se perpetúa al buscar y mantener claramente a la vista cuanta falta se pueda encontrar. Esto es lo que persigue el especialismo, y esto es lo que contempla. Y aquel a quien tu deseo de ser especial así rebaja, habría sido tu salvador si tú no hubieses elegido usarlo como un triste ejemplo de cuán especial eres tú. (T-24.II.1:1-5)

  • Los pecados de tu hermano justificarían tu especialismo y le darían el significado que la verdad le niega. (T-24.IV.4:5)

  • El mundo cree en ídolos. Nadie viene a él a menos que los haya venerado y trate todavía de buscar uno que aún le pueda ofrecer un regalo que la realidad no posee. Todo idólatra abriga la esperanza de que sus deidades especiales le han de dar más de lo que otras personas poseen. Tiene que ser más. No importa realmente de qué se trate: más belleza, más inteligencia, más riqueza o incluso más aflicción o dolor. Pero para eso es un ídolo, para darte más de algo. Y cuando uno falla otro viene a ocupar su lugar, y tú esperas que te pueda conseguir más de otra cosa. No te dejes engañar por las formas en que esa "otra cosa" se manifiesta. Un ídolo es un medio para obtener más de algo. Y eso es lo que va en contra de la Voluntad de Dios. (T-29.VIII.8:4-13)

Reflexión final:

No es mi intención debatir si es bueno o correcto seguir la doctrina de tu religión en cuanto a guardar un día en especial para Dios, como puede ser el sábado o el domingo. Todo se trata de la intención, lo cual habla de cual es la voz estas escuchando, la del espíritu santo o la del ego. Las cuestiones de que, si es bueno o malo, si se deben llevar a cabo de cierta manera, en base a la doctrina de cada religión y realizando ciertos rituales, todos forman parte del ámbito del ego, una visión espiritualista, que en toda religión falla por su base, al fomentar la separación, al enseñar que hay un camino correcto para llegar a Dios, y establecer un especialismo entre los que siguen cierta doctrina religiosa y los que no.

Como hemos compartido a lo largo de nuestra reflexión, Sabbath es la palabra hebrea para “cesar”, también usada para “descanso”, pero no se refiere en ningún sentido a un día de la semana, mucho menos a un día de descanso. He compartido la información referente a la palabra hebrea Yom, que en español se traduce como “día”, y el análisis profundo que han hecho los expertos de esta palabra en los escritos bíblicos, no deja dudas de que la palabra día no se refiere a periodos de 24hrs, como estamos acostumbrados en la actualidad a medir los días, la palabra Yom tiene varias acepciones, y de acuerdo al contexto en que aparece se puede establecer con veracidad que en ningún momento se utiliza para días específicos, más bien para periodos tanto definidos como indefinidos de tiempo, como puede ser periodos de luz de día los cuales podemos considerar como de 12 horas, cuando esto varía de acuerdo a la zona geográfica y a las estaciones del año.

Hemos compartido también que con base a que criterios se le ha dado nombre a los días de la semana, y podemos apreciar como el hecho de nombrar el Sabbath como sábado es una tradición de la ley judía, que después ha sido adoptada por el cristianismo y adaptada de acuerdo al dogma estableciendo para algunas religiones como el día para dedicar a Dios como Sábado o Domingo. Dentro de la misma Biblia, hay muchos textos (se ha compartido uno) en los cuales se puede apreciar que Jesús no vivía de acuerdo con las tradiciones del mundo (en su caso lo establecido principalmente por el judaísmo y por el imperio romano), hecho que denunciaba y pedía a sus hermanos escuchar la palabra de Dios, pero no imitar las tradiciones.

La visión de un curso de milagros, en ningún momento establece que sea bueno o malo seguir las tradiciones de una determinada religión, no se trata de lo que haces, si no bajo que pensamientos se realizan tus acciones. Formas parte de una religión por qué crees que es el camino a Dios, que haciendo determinadas actividades o rituales dentro de la misma lograras la vida eterna, crees que la palabra de Dios solo puede ser difundida por personas autorizadas por ser líderes religiosos, crees que Dios tiene un ego y tiene la necesidad de que hagas rituales y/o ceremonias en su nombre, crees que pertenecer a cierta religión te hace mejor persona, o mejor en relación con otros. En resumen, creer que existe un camino para llegar a Dios, y que tenemos o debemos hacer ciertas cosas para agradarlo es totalmente falso. Las religiones siempre estudian la Biblia dentro de este paradigma, y todo lo que leen se interpreta de esta manera, sin darse cuenta de que fomentan un pensamiento de separación al poner a Dios como algo externo a cada uno, y condenando a todo aquel que tenga un pensamiento diferente.

Jesús nació en este mundo para ser nuestro ejemplo a seguir y unirnos al sistema de pensamiento de Dios, dicho de otra manera, que nuestra voluntad sea una con la voluntad de Dios. Si a ti te gusta asistir a determinada religión está perfecto, si lo haces para llegar a Dios lo haces con un pensamiento erróneo, si lo haces siguiendo la voluntad de Dios, siguiendo los dictados de tu corazón en la consciencia de que es el plan de Dios que estés en ese lugar para compartirle a tus hermanos el mensaje de Jesús, y tú seas el espejo en el que puedan reconocer lo que ellos no creen ser, para que se reconozcan como seres espirituales, seres de luz que crean a imagen y semejanza de Dios, lo estás haciendo con el pensamiento correcto al ser esa la voluntad de Dios. Podemos asegurarte que eso lo puedes hacer a todo instante, y en cualquier lugar, y que Dios te indicara donde debes estar, y que debes decir, porque estarás llevando a Dios contigo y estarás extendiendo su ser al compartirlo con tus hermanos.

Ciertamente Dios quiere que dediques un día para él, el único tiempo que es imagen y semejanza de Dios, el único día que es eterno, ese día es hoy, ya que solo el presente es eterno. Hoy (Yom), es el día del señor, cuando en tu mente surjan pensamientos de tristeza, angustia, odio, infelicidad o cualquiera que te aleje de tu paz, tu dicha y de tu felicidad, aquieta tu mente, tomate un descanso (Sabbath), entrégale todos tus pensamientos al espíritu santo, él les dará luz y en la luz desaparecerán y en tu corazón escucharas la voz de Dios que te dirá a donde tienes que ir, lo que tienes que hacer y lo que tienes que decir y se asegurara que no te falta nada para completar su plan para la salvación por medio de ti.



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