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Ejercicios para convertirte en un ser espiritual



A continuación te comparto algunos ejercicios que pueden ayudarte a conocerte a ti mismo, y como consecuencia recordar tu esencia espiritual.


En primer lugar tienes que ser consciente de que los pensamientos son los predecesores de toda acción. Quiero proponerte un ejercicio que puede demostrarte que eres más que un ser con cinco sentidos. Toma nota de todo lo que experimentas dentro de ti (pensamientos, emociones y sentimientos) y que estén más allá de los sentidos, del gusto, de la vista, del oído, del olfato y del tacto. Diariamente lleva un registro o un diario de tus pensamientos y toma nota de las percepciones de tu mundo interior. Observa todas tus corazonadas (intuición) y toma nota de cada una. Si logras seguir la pista de tus acciones en el mundo físico podrás aprender que eres un ser físico, pero siguiendo la pista de lo que ha provocado esa acción verás que tus acciones proceden de algo que no es en absoluto físico.



Un ejercicio mental que puede ayudarte a comprender que eres un ser multisensorial, es poner a prueba el poder de tu mente pensando en algo que te parezca difícil de hacer, como realizar ejercicio durante media hora, no beber en una fiesta, preparar por primera vez un pastel al horno o pasar el sábado por la tarde en el cine con tus hijos. Imagina cualquier cosa que te parezca inusitada o difícil de realizar para ti. Crea una imagen mental en la que te visualices realizando esa actividad, describe a detalle por escrito o graba un audio, para que puedas leerlo o escucharlo varias varias veces, y observa si puedes luego manifestar esa visión en tu mundo físico. Cuando lo consigas habrás atravesado el límite de tus cinco sentidos. Lo que puedes visualizar en tu mente es invisible para tus sentidos, es algo que está más allá de ellos, recuerda que toda acción procede de esa parte intangible de tu ser, conocer esa parte de ti, es lo realmente puede ayudarte a trascender límites en los que crees cuando funcionas exclusivamente con tus con cinco sentidos. Para ser consciente del mundo invisible, cuestiona todo lo que te muestran tus cinco sentidos. Tus sentidos te dicen que el mundo es plano, y esto claramente es una ilusión. También te dicen esta inmovil y eres tú quien se mueve sobre él. Pero sabemos que el mundo viaja a velocidades pasmosas, girando sobre su eje y atravesando miles de kilómetros por el espacio cada hora. Tus sentidos también dicen que los objetos son sólidos, pero miras a través del microscopio verás que son espacio vacío. Confiar en las limitaciones de tus sentidos es vivir una ilusión. Comprueba en qué medida tus cinco sentidos te engañan acerca de la realidad y luego pregúntate por qué depositas tanta fe en esos sentidos.



Para establecer contacto con una guía divina, espiritual, intuición o como gustes llamarla, regálate un hora en un lugar tranquilo para ti solo. Pide ayuda en algo que te preocupe y haz un esfuerzo por vaciar tu mente de pensamientos que te distraigan. Observa si puedes imaginar que recibes ayuda de un guía que se ocupe de ti y desea ofrecerte amor. En ese estado de tranquilidad, con la mente vacía de distracciones, sabrás en tu interior que la respuesta que buscas está en camino y que no estás solo. Debes saberlo, y sentirte a tí mismo recibiendo esa ayuda. No me malinterpretes, no te estoy pidiendo que escuches voces o veas apariciones, se trata simplemente de que te sientas en paz. Registra lo que sientes al terminar. Comenzarás a buscar esa guía con mayor frecuencia y con menos dudas, incluso la oración adoptará un significado nuevo, ya no será simplemente un ritual de comunicación silenciosa y unilateral. Participarás literalmente con Dios en las idas y venidas de tu vida. Escucha en silencio y con la disposición de escuchar una comunicación que vendrá hacia ti en forma de sentimientos abrumadores. Muéstrate agradecido por cualquier ayuda que puedas recibir.



Si quieres tener modelos de referencia que te inspiren en tu viaje, lee acerca de las experiencias de aquellas personas a las que admiras. Intentar buscar la dimensión espiritual de sus viajes personales. Podrás ver que sin duda aquellas personas que admiras han conectado con ellos mismos en momentos de dificultad y han recibido la guía y la ayuda que buscaban en esos momentos. Grandes personalidades han manifestado sentir una especial conexión espiritual, sus autobiografías muestran que atribuyen su éxito a una conexión con al superior a ellos, han sentido la presencia de una ayuda divina en los momentos angustiosos de su vida. Sabían que no estaban solos y confiaban en la guía divina para alcanzar niveles que no creían poder conseguir de otro modo. Ya no te resultará admitirlo e incluso lo buscarás. Concéntrate en tu propósito y respeta a los que consideran esto absurdo y “exagerado”, su camino actual es el escepticismo, como lo fue el mío y el tuyo.



Aprende nuevas formas de relacionarte con los demás, examinando tu conducta las personas con las que sientes la necesidad de dominarlos o controlarlos. Tu esposa, tus hijos, tus compañeros de trabajo, empleados, personal de servicio, etcétera. Procura poco a poco tener una relación diferente con ellos mirando más allá de su forma física hasta que logres ver en ellos a Dios. Una vez comiences a ver más allá de su forma física a quienes te rodean, tendrás una relación con esa fuerza invisible que fluye a través de ti y de ellos. Cuando desaparezca en ti la necesidad de tener el poder y control, les darás el poder para que controlen sus vidas. Cuando desaparece la necesidad de dominar a los demás podemos ayudarlos a seguir adelante con su propósito en la vida, permaneciendo fiel al nuestro. Este es un gran ejercicio para pasar a una conciencia espiritual, ya que no habrá en ti la necesidad de controlar, juzgar o dominar. Por el contrario, estarás intentando otorgar poder a aquellos a quienes antes veías como subordinados tuyos. Intenta ayudar a alguien a que haga algo por sí mismo en lugar de darle instrucciones sobre el modo de hacerlo. Esto será especialmente útil cuando puedas ayudar a alguien con quien tengas un conflicto. La mayoría de conflictos surgen de la necesidad de controlar o demostrar que tienes razón. Si logras renunciar a la necesidad de control y tener razón, serás capaz de otorgar crédito a la otra persona de manera irrepetible. Renunciar a la necesidad de dominar es esencial para ser una persona espiritual. Sustituye la búsqueda de poder externo, la capacidad de dar poder a otros para que tomen el control de sus propias vidas.



Para comenzar a concentrarte en el propósito y no en los resultados, trata de que tu mente, cuerpo y alma se enfoquen en el propósito en el momento de tus actividades. Millones de personas practican algún deporte diariamente, la gran mayoría no gana. ¿Significa que cada día hay millones de perdedores? Detente un instante y pregúntate: ¿Por qué hago esto, en realidad?. El resultado (ganar la recompensa) es tan fugaz como los momentos en que realizas esa actividad. Enfócate en el propósito en todas tus actividades en lugar de concentrarte en la recompensa final. Ganar o perder sin duda llegará. Replantear tu actitud en relación a las posesiones te ayudará a librarte de la preocupación por cosas insignificantes. Realiza un inventario de todo lo que posees. ¿Hay algo por lo que estarías dispuesto a morir? Piensa en tus valores, en tus ideales y en tus seres queridos y hazte la misma pregunta. Sabes perfectamente cuáles son tus prioridades, todas están relacionadas con lo que piensas y crees, no con lo que posees.



Para estar más en paz contigo mismo y con el mundo, tómate un rato de tranquilidad y soledad al día durante una semana. Probablemente te resulte difícil, pero te animo a que lo intentes. El mejor momento es por la mañana, después de ducharte y antes de que los demás se levanten. Media hora de Soledad, relaja tu mente, siéntate en una postura cómoda, cierra los ojos y concéntrate en cobrar una intensa conciencia de tu respiración. Puede que comiences a observar que te embarga una sensación de paz que te ayuda a reducir el estrés y la tensión diaria. La meditación puede ayudarte a romper la ilusión de separación y favorecer tu intuición y cultivarla al mismo tiempo, dale la bienvenida a todas esas corazonadas que surgen en tu mente en lugar de decir que no son nada más que corazonadas fortuitas. Haz una pausa durante la próxima vez, y sé consciente de lo que está ocurriendo. Tal vez a partir de ahí, en lugar de hacer a un lado o despreciar tu intuición, pregúntate ¿Por qué mi mente empuja en esa dirección?. Desarrolla un diálogo con esa voz intuitiva, aprendiendo a tener diálogos interiores aprenderás a confiar en tu intuición y a descubrir su amorosa presencia y la valiosa contribución que hace a tu mente. Analiza esta antigua historia:


“Dos monjes estaban discutiendo acerca del estandarte del templo. Uno decía que el estandarte se movía y el otro decía que se movía el viento. El maestro Eno oyó la conversación y dijo: «No es ni el viento ni el estandarte, es vuestra mente la que se mueve». Los monjes se quedaron sin habla.”


La próxima vez que tengas una idea intuitiva y estés a punto de hacerla a un lado, decide seguirla y aprende a cultivar el hábito de confiar en tu intuición y observa el resultado. Pronto tu intuición será tu compañera más fiable, una compañía que valorarás y celebrarás cuando aparezca en tu mente.


Para dejar atrás la ira y la amargura, piensa en una persona que sientes que te ha dañado en algún momento de tu vida, alguien que no te las ha pagado todavía. Una ex pareja que te abandonó o te fue infiel, tus padre o tu madre, etc. Intenta por unos instantes imaginar que le envías amor en lugar de sentir odio y amargura. Intenta ser consciente de que si esa persona entró en tu vida, lo hizo para ayudarte a que pudieras aprender una lección, que por dolorosa que fuera, aparecieron en tu vida con un propósito. Cuando seas capaz de lograrlo, no sólo estarás en proceso de curación, habrás emprendido el camino que lleva hacia el ser espiritual. No te estoy sugiriendo que niegues lo ocurrido, no se puede echar marcha atrás en tu mundo físico. Pero lo que “mata” es el odio y la ira que circula por tu organismo como si fueran veneno, la mordedura de una serpiente no mata nadie, sino el veneno que circula dentro de ti. Tienes el poder de expulsar este veneno de tu cuerpo; es tu elección.



“No serás castigado por tu ira, pero la ira te castigará” - Buda

"Encontrarte a ti mismo, por ti mismo"


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