Cómo vivir una realidad mágica

Aarón Pérez
12 feb 2021
6 Min. de lectura

Leon Tolstoi redactó su testamento veinte años antes de su muerte y en él describe sus sentimientos en relación con la obra de su vida:

Pido a todas las personas próximas o lejanas que no me alaben (sé que lo harán, porque lo han hecho durante mi vida de la manera más obscena). Sin embargo, si es que desean estudiar mis escritos, que se fijen atentamente en aquellos pasajes en los que sé que el poder de Dios hablaba a través de mí y los utilicen para bien de sus propias vidas. Ha habido momentos en que he sentido que me estaba convirtiendo en el portador de la voluntad de Dios. A menudo he sido tan impuro, tan lleno de pasiones personales, que la luz de esta verdad se ha visto oscurecida por mi propia oscuridad, y sin embargo, esta verdad ha pasado a veces por mí y ésos han sido los momentos más felices de mi vida. Dios quiera que estas verdades no se hayan visto corrompidas al pasar por mí y que las personas puedan alimentarse de ellas a pesar de la forma superficial e impura que yo les he dado.

De alguna forma, la vida de muchas personas (incluyendome) da un giro inesperado, algunas veces esto parece producirse casi sin el consentimiento de uno mismo. En algún momento de mi vida lo único que he hecho es estar abierto a ver las cosas de otro modo, y eso me condujo a ser testigo de milagros en mi vida personal, eso me ha inspirado a compartir esta nueva conciencia. Si has llegado hasta aquí, tal vez has sido atraído por el flujo natural de la vida, dependiendo de tu visión de la vida podrías llamarlo casualidad, pero desde otra visión puede ser magia.

Probablemente la mayoría de las personas estén convencidas de que si algo es real no puede ser mágico y si es mágico no puede ser real. Esto hace que exista una paradoja entre las palabras realidad y magia. Sin embargo, es posible que logremos experimentar la realidad mágica cuando logramos trascender esta paradoja al cambiar nuestra visión de ambos conceptos. Cuando estamos dispuestos a trascender la vida a la que nos hemos acostumbrado, tengo la certeza de que encontramos un camino interior libre de barreras, normas y limitaciones ordinarias que desafían las leyes de la ciencia y de la lógica que nos lleva a vivir una realidad mágica. No hablo de un lugar como el de alicia en el país de las maravillas, al que sólo es posible acceder mediante la imaginación. Si no de algo real desde un punto de vista mágico, y está a la disposición de cada uno de nosotros cuando estamos preparados.

“He sido todas las cosas impías, y si Dios puede actuar a través de mí, puede actuar a través de cualquiera” - San Francisco De Asis

Realidad mágica, milagros y propósito

Cuando tienes un propósito fluyes con la vida y experimentas una especie de armonía que procede del hecho de no tener que luchar por otra cosa. Muchos lo llaman Iluminación, de manera figurativa y literal. Todo sucede a partir de un nuevo conocimiento que te permite dedicarte a la labor de tu vida libre de pensamientos inquietantes. Cuando actúas a partir de ese conocimiento interior, que te recuerda constantemente que tienes un propósito y que confías en ti mismo para llevarlo a la práctica, sólo puedes hacer lo que hay que hacer.

El libro más sagrado de la fe hindú se llama el Bhagavad Gita (La canción del Señor). Narra la historia de Arjuna, el guerrero más famoso de su tiempo, y de Khrishna (Dios), que se le aparece a Arjuna en el campo de batalla, cuando se está preparando para el combate. Khrishna se revela en la forma física del auriga de Arjuna. En dieciocho breves capítulos, Khrishna habla con Arjuna acerca de la esencia contenida en el hecho de ser un ente humano divino y con un propósito. Este libro fue la guía que modeló la vida de Mahatma Gandhi. En resumen el mensaje del Gita es:

“que tu conducta esté de acuerdo con el amor y la armonía, no tomes apego en modo alguno a los frutos de tu trabajo. Si logras alcanzar este estado de gracia tu vida será milagrosa y apacible. Vive tu vida totalmente para un propósito y renuncia a cualquier forma de recompensa que puedas encontrarte por el camino debido a tus acciones. Sé firmemente consciente de la necesidad de servir a Dios y de servir a los demás en todas y cada una de tus acciones. Así se comporta el hacedor de milagros”.

Muchas personas piensan que solo se trata de una filosofía hermosa pero demasiado simple para el mundo agresivo y competitivo actual. Comprendo el escepticismos y las reservas por que he vivido la mayor parte de mi vida pensando así. Pero las lecciones más grandes en la vida, nos llegan a través de experiencias en las que pasamos por el sufrimiento. Estaba siempre pendiente de los resultados y no creía en cuestiones metafísicas ni tenía la disposición para escuchar cuando se me hablaba de renunciar a los resultados de mis esfuerzos. Realmente luchaba por conseguirlos, pero me encontraba totalmente concentrado en el destino y no en el viaje. Como la gran mayoría las cuestiones vitales eran para mí las recompensas, el dinero, prestigio y los logros. No estoy diciendo que los anteriores no sean un “éxito” en un sentido, si no de que es posible ir más allá de estos límites, en aquellos momentos no sabía acerca de la realidad mágica. Cuando te abres a una nueva visión, los milagros y la realidad mágica aparecen y entonces es posible consagrarse a un propósito. Sólo cuando dejas de preocuparte por lo que vas encontrando en el camino, eres capaz de alcanzar un estado de gracia.

Me encantaría poder apoyarte a conseguir ese estado en el que consideras tu vida un milagro aún cuando nada externo cambie, sigues teniendo hijos, problemas en casa, tu empleo, etc. La diferencia que tendrás un propósito. Puedes crear cambios milagrosos en tu vida, tienes dentro de ti el poder de hacer realidad lo que parece ser imposible, basta que conozcas lo que significa la realidad mágica en tu vida. Lo único que necesitas para hacerlo realidad está dentro de ti. Sintoniza con tu propósito, descubre el gozo y la paz de dar en lugar de recibir; de contribuir en lugar de adquirir; de hacer en lugar de competir o ganar. Porque no hay nada que conseguir, en realidad. El mensaje de tu vida está en lo que das. Apareces sin nada y te vas sin nada. El propósito es siempre dar. Cuando conozcas la experiencia de dar, servir, amar y promover la armonía te sentirás distinto por dentro. Quizá te preguntes: ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Necesito ayuda?. Mi intención es ayudarte a encontrar respuestas.

“La posesión completa sólo se demuestra dando. Todo cuanto no podemos dar nos posee" - André Gide

Creer en los milagros y en la realidad mágica

Es importante comprender que cuando se habla del mundo de la realidad mágica y de los milagros, no se está haciendo referencia a desarrollar un talento para convertir las piedras en oro, resucitar a los muertos o hacer que se abran los mares. Cuando te habla de hacer milagros, me refiero a cualquier cosa que has llegado a considerar más allá de tu capacidad debido a las limitaciones que creas tener. Si has vivido en la creencia de que ciertos logros o niveles de logro eran imposibles para ti, deberás empezar por examinar el enfoque y las creencias de tu vida antes de intentar poner en práctica estrategias de realidad mágica.

Para convertirte en hacedor de milagros es esencial que le des un propósito a tu vida y crear en ti un estado de apertura a la ayuda, además de otras pautas para que te sitúes en el marco mental adecuado. Cambiar tus creencias y adquirir nuevo conocimiento, es necesario para ayudarte a entrar en tu interior y manifestar literalmente lo que antes creías imposible. Todos esos conocimientos son los que te comparto a través de todo mi contenido, incluyendo este blog.

“Aquel que cree en Mí hará también las obras que yo hago; y hará obras aún mayores que ésas ... “ - Jesucristo

Se que de alguna manera sabes que en lo más profundo de cada uno de nosotros. tienes este tipo de poder aun cuando no tengas ni idea de cómo utilizarlo o cómo empezar a enfocarlo. Hay una presencia divina e invisible relacionada en cierto modo con la creación de un estado que sólo podemos describir, paradójicamente, como realidad mágica. No es algo que esté fuera de ti y cuya búsqueda requiera toda una vida. Habita dentro de ti, en esa parte invisible donde no aplican las mismas reglas que en el mundo físico. En tu alma, en tu espíritu, en tu yo superior, en tu mente, en tu pensamiento o como quieras llamarlo.